Salud
Teoría de la mente para el autismo entra a debate
Este enfoque, el de mayor uso en el mundo respecto al manejo del trastorno del espectro autista (TEA), es cuestionado desde la filosofía y el enfoque fenomenológico.
Bogotá D. C., 02 de abril de 2020 — Agencia de Noticias UN-Aunque en el país no hay cifras de pacientes con TEA, este es uno de los principales motivos de consulta en neuropediatría y psiquiatría infantil. Fotos archivo Unimedios.


Generalmente los estudios filosóficos se centran en depresión, bipolaridad y esquizofrenia. Foto: Brandon Pinto.


Teniendo en cuenta que históricamente los filósofos han influido con sus aportes en disciplinas que se mueven e interactúan con el ser humano, como la política, la biología y la teología, el magíster en Filosofía Andrés Villamil, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), realizó un análisis que podría ser la base holística para la comprensión fenomenológica del cuerpo humano y del TEA.
“La propuesta de que tenemos una ‘teoría de la mente’ ha sido cuestionada fuertemente por ciertos pensadores de raigambre filosófica. Esto me llevó a preguntarme por qué, a pesar de todas las críticas que ha recibido dicha propuesta, sigue en pie la interpretación del trastorno del espectro autista basada en ella”, comenta el magíster Villamil.
Esta teoría, que sigue siendo central en cientos de portales web que buscan apoyar a los familiares de pacientes con TEA, consiste, según quienes la apoyan, en un estado intrínseco al ser humano en el que no solo podemos comprender que somos capaces de tener intenciones, deseos, etc., sino que quienes nos rodean también los tienen. “Esta capacidad se considera como una herramienta esencial a la hora de establecer vínculos y relaciones sociales”, comenta el investigador.
Según su estudio, aunque existen cientos de pacientes capaces de solucionar correctamente las tareas de razonamiento social en pruebas de laboratorio, siguen presentando déficits sociales en la vida cotidiana, por lo que la teoría de la mente se muestra “insuficiente y arbitraria a la luz de la fenomenología del cuerpo intencional”.
Impulsado por el interés teórico, el magíster adelantó el proceso metodológico con fuerte indagación y discusión bibliográfica y elaboración y delineamiento de los conceptos centrales para la interpretación a defender.
El estudio también incluyó un componente práctico, por medio de la asistencia a sesiones de control psiquiátrico, con el cual el magíster Villamil tuvo la posibilidad de hablar con los familiares acerca de la enfermedad y percibir de primera mano el comportamiento de los pacientes y su lenguaje corporal.
En ese sentido, fue clave que la interpretación se adecuara a los hechos y no forzar los hechos para encajarlos en cierta interpretación, un error muy común en este tipo de investigaciones.
“El desconocimiento generalizado frente al TEA es una de las barreras más grandes a las que se enfrentan quienes padecen esta enfermedad y sus familiares”, señala el magíster.
Nuevos y novedosos esfuerzos académicos y teóricos abren cada vez las puertas al entendimiento de una patología que tiene casi tantas manifestaciones como pacientes en el mundo.
“Existe la convicción de que seguir investigando por esta vía permitirá progresar –por muy pequeño que sea el avance– tanto en la correcta conceptualización de la patología como en su tratamiento”, comenta el magíster Villamil.
El “enfoque constructivo”, que aborda la experiencia del infante y analiza cómo su comportamiento se concentra y aclara a partir del adulto o figura modelo, es una aproximación que, a la luz del estudio, se acerca más a la experiencia patológica, pues aborda la intuición adulta recurriendo a los mismos recursos: nuestra propia experiencia descrita fenomenológicamente, la observación en segunda persona de los organismos por estudiar y algunos hallazgos científicos, como clave trascendental.
A la vez, la investigación deja abierta una invitación expresa a seguir explorando esta psicopatología desde los relativamente recientes enfoques corporales de las ciencias cognitivas.
Comportamientos corporales
Por otro lado, el autor manifiesta que resulta prometedor que ahora los parientes y los psiquiatras estén atentos a los comportamientos corporales (gestuales y verbales) propios y del paciente, para evaluar las posibles estrategias en pro de constituir un espacio común con los pacientes por medio de estos, de modo que poco a poco se pueda ir cerrando esa brecha que habría entre el mundo del paciente y el mundo del familiar o del médico.
A propósito del 2 de abril, cuando se celebra el Día de la Concienciación sobre el TEA, el magíster Villamil comenta que “es una fecha muy importante para los especialistas que han dedicado toda su vida profesional a trabajar con pacientes con TEA, pero sobre todo para los familiares de estos y para aquellos con alto rendimiento”.
(Por: fin/LMCJ/MLA/LOF)N.° 294