Medioambiente
Sistemas agroecológicos brindan seguridad alimentaria y soberanía
Las fincas con manejo agroecológico tienden a la soberanía, a la seguridad alimentaria de la población campesina, a ser resilientes, autónomas y conservacionistas, además de contar con mayor diversidad y abundancia de especies, lo que proporciona un equilibro en la calidad del suelo.
Palmira, 25 de septiembre de 2019 — Agencia de Noticias UN-En agrodiversidad florística se observó que los sistemas agroecológicos albergan mayor diversidad. Fotos: Paula Andrea Rugeles Silva


Los sistemas de producción convencional utilizan agentes químicos que modifican las características del suelo.


Así lo determinó Paula Andrea Rugeles Silva, candidata a doctora en Agroecología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, al evaluar la agrodiversidad en tres sistemas de producción: agroecológico, en transición y convencional, desde la caracterización social, económica y ambiental.
Su investigación se enfocó en las veredas El Mesón y Arenillo, de Palmira (Valle del Cauca), para establecer cómo interfieren los sistemas de producción en el ambiente y el bienestar de la comunidad.
Aunque antes estas zonas eran de alta producción local, durante la época de violencia fueron golpeadas por grupos de paramilitares y guerrillas que obligaron a los campesinos a vender su territorio. Pese al desplazamiento, algunos predios intentaron mantener su arraigo campesino, labor que se busca visibilizar en la investigación.
En ese proceso, los sistemas de producción más frecuentes del territorio fueron los agroecológicos (manejo cultural, eliminación de productos químicos, policultivos, participación familiar, autoconsumo), el convencional (control de plagas con agroquímicos, fertilización química, cultivos de ciclo corto, venta como finalidad económica) y los de transición (uso reducido de fertilizantes y pesticidas sintéticos, combinación de técnicas tradicionales y tecnológicas moderas).
Para analizar los factores socioambientales-económicos se evaluaron ocho fincas, en las cuales se encontró que los predios con sistema convencional tuvieron un mayor aporte negativo, ya que utilizan dinero en insumos y mano de obra externos y predios alquilados, lo que al final reduce las ganancias.
En contraste, en los agroecológicos –en los que siembran para autoconsumo y donde participan todos los miembros de la familia– se ve reflejado un nivel más alto de bienestar. Por su parte los sistemas en transición, aunque presentaron los mayores ingresos económicos, no obtuvieron un equilibrio ambiental porque todavía usan fertilizantes.
“El sistema agroecológico tiene un equilibrio en el factor social y biológico, que aunque puede no verse representado en la productividad, porque parte de la producción es para autoconsumo, sí les confiere características de bienestar a las familias, que es la finalidad de la agroecología”, apuntó la investigadora Rugeles.
Agrodiversidad biológica
Con la técnica molecular metagenómica (estudio del material genético), se evaluaron las bacterias encontradas en 57 puntos de muestreo de los ocho predios. Se encontraron 1.101 géneros, de los cuales 34 cumplen funciones importantes en la salud de los suelos, como las fijadoras de nitrógeno, las solubilizadoras de fosfatos y las promotoras de crecimiento, entre otras.
La abundancia de bacterias se debe a las características de cada predio, siendo las agroecológicas las que presentan géneros exclusivos, y en general están relacionadas con las condiciones químicas de los suelos, que determina su estado de salud.
Solo en los sistemas de producción agroecológicos se encontraron Methanobacterium, relacionadas con la producción de metano como resultado de la degradación de materia orgánica. Esto significa que, como en los sistemas agroecológicos hay mayor diversidad y abundancia de plantas acompañantes, es mayor la producción de materia orgánica.
Por último se evaluaron las interacciones entre sistemas, y se encontró que las familias botánicas más abundantes cumplen una función etnobotánica (relación entre los humanos y su entorno vegetal). Las interacciones muestran que los sistemas de producción se agrupan con las características culturales y de manejo de cada predio, y que las fincas agroecológicas presentan el mayor aporte positivo entre las interacciones biológicas y sociales.
Con su conocimiento cultural, los campesinos transforman un ecosistema natural en uno de producción equilibrado (agrosistema). Todos los componentes de la naturaleza se están aprovechando para que exista un control biológico natural, sin la intervención de agentes químicos ni la inversión económica de cada mes.
“Las ganancias son pequeñas, pero realmente son ganancias: cultivan lo que les gusta, se alimentan de forma saludable y protegen el ambiente. Eso es soberanía y seguridad alimentaria porque cuidadn el bienestar humano y del sistema”, indicó la investigadora Rugeles.
(Por: Fin/CAVL/MLA/LOF)N.° 722