Salud
Ser adulto mayor no es disculpa para ser "mueco"
Factores culturales, ambientales y económicos inciden en que un buen porcentaje de personas mayores de 65 años tengan graves problemas dentales que pueden desencadenar males mayores.
Bogotá D. C., 17 de febrero de 2012 — Agencia de Noticias UN-Según Jimmy Matiz, especialista en Salud Oral de la UN y experto en Odontogeriatría, en las biopsias de ateromas (paredes de las conductos sanguíneos) de pacientes fallecidos, se han encontrado microorganismos que provienen directamente de la cavidad bucal.
Esto indica que el mal cuidado de la dentadura tiene implicaciones directas en otras partes del cuerpo. La situación es grave en casos como los trasplantes renales o de marcapasos porque puede presentarse una sobreinfección. Incluso, los microorganismos bucales pueden migrar hasta el cerebro con consecuencias peligrosas.
En la tercera edad, las complicaciones pueden ser más severas por el deterioro natural del cuerpo, ya que la presencia de esas infecciones obstaculiza un tratamiento oportuno y eficiente.
Matiz indica que muchos adultos mayores pierden el interés por mantener una adecuada higiene bucal y asumen que esta etapa de la vida está ligada a la inevitable pérdida de las piezas dentales, “lo que es falso”.
“En el Departamento de Salud Oral nos hemos interesado por la Odontogeriatría, pues vemos que es un área que tomará mucho más relevancia en los próximos años por el envejecimiento paulatino de la población. Debemos concienciar a este segmento de personas sobre la necesidad de mejorar su salud oral, debido a que así garantizan un mejor estado de salud general”, destacó el profesor Matiz.
Según proyecciones poblacionales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), aproximadamente el 7 % de la población colombiana supera hoy los 65 años de edad y para el año 2025 este porcentaje llegará al 15%.
En el Grupo de Odontogeriatría de la UN, al que pertenece el profesor Matiz, se afirma que no se trata solamente de un incremento en el número de personas adultas mayores; también implica para la sociedad una serie de ajustes en toda su estructura de bienes y servicios, con el fin de atender a los nuevos requerimientos de una población cada vez más demandante.
“Lo anterior debe poner a la profesión odontológica a analizar el impacto de la creciente población de la tercera edad sobre la prestación de servicios odontológicos y sobre la formación de recursos humanos para la atención de este tipo de servicios. Los odontólogos necesitan tener una percepción exacta sobre cómo el adulto mayor se siente acerca de sus dientes y, en general, de su cavidad bucal, así como del impacto que esto tiene en su diario vivir, en los aspectos fisiológicos, sociales, psicológicos y en su calidad general de vida”, destacan.
Desde el área de la Odontología también deben surgir discusiones y planteamientos sobre cómo garantizar la atención a estas personas, tanto aquellas con pocos recursos como las que habitan en zonas alejadas de los principales centros urbanos.
Estos serán parte de los retos que comenzarán a indagar los estudiantes del Departamento de Salud Oral, ya que el propósito es generar investigaciones que abarquen esas diversas perspectivas, aseguró el profesor Matiz.
(Por: Fin/capg/sup/vbr)N.° 408