Política & Sociedad
Sanandresanos invierten 30% de sus ingresos en comprar agua
La seguridad alimentaria es uno de los temas que más preocupa en el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Para los isleños los costos son altos y la calidad nutricional baja.
Bogotá D. C., 13 de abril de 2010 — Agencia de Noticias UN–Si bien el agua no es un alimento en el sentido estricto de la palabra, obviamente es un líquido vital. Según un estudio realizado en la Sede Caribe de la Universidad Nacional de Colombia, los pobladores de San Andrés invierten cerca del 30% de sus ingresos en comprar agua potable.
La sanandresana Adriana Williams, estudiante de la Maestría de Ambiente y Desarrollo de la UN, asegura que existe la percepción de que esta región insular es una de las de mayor calidad de vida del país, pero, dice, es solo una falsa idea.
“Aquí para que una persona se pueda alimentar bien tiene que ganarse como mínimo unos tres millones de pesos, por supuesto son pocos los que tienen esos ingresos. Desde el año pasado se adelanta un plan departamental de seguridad alimentaria a partir de inquietudes como la que se plantea en mi tesis de maestría y en otras instancias institucionales y académicas”, indica Williams.
Artículos básicos de la canasta familiar, como hortalizas y tubérculos, pueden llegar a escasear por factores tan externos como el narcotráfico. Un ejemplo ocurrió en el segundo semestre del año pasado. Un barco que transportaba suministros de alimentos perecederos para la isla fue capturado por las autoridades porque, además, transportaba drogas.
“Eso fue algo grave para los habitantes, pues por semanas no se podía conseguir ni un tomate. Ese es el problema de la isla, que casi todo lo traemos de afuera, por avión o por barco, pero si esos sistemas de transporte fallan, de inmediato se ven los efectos negativos”, dice Williams, quien trabaja en la Secretaría de Agricultura y Pesca del Archipiélago.
Muchos podrán pensar “¡pero San Andrés está rodeada de mar, por tanto, de peces para el consumo!”. Para los turistas esos problemas no son visibles, pues las cadenas hoteleras no tienen inconveniente en traer alimentos en grandes cantidades para sus clientes. Sin embargo, con la población local la situación es otra.
Williams asegura que en la pesca también se presentan dificultades. En primer lugar los bancos de peces han escaseado bastante en las cercanías de la isla por la sobreexplotación. Entonces, para poder conseguir los ‘manjares del mar’ se tiene que navegar lejos de las costas, lo que implica más costos en gasolina, en tiempo y en mano de obra.
De hecho, el pescado se constituye en uno de los alimentos más costosos para los sanandresanos, por encima de la carne y el pollo. Un habitante destina el 3,3% de sus ingresos de la canasta alimenticia para comprar pescado, mientras que para pollo destina el 3% y para carne el 2,4%. Lo anterior según un estudio realizado por los investigadores Luz Janeth Jaramillo Campuzano, Jaime Polanía Vorenberg y Liza Hayes Mathías, de la Sede Caribe.
Una de las soluciones que plantean profesionales como Adriana Williams es fortalecer la parte agropecuaria de la isla. “La gente piensa en San Andrés solo como mar, playa y sol, pero aquí también hay posibilidades de un gran desarrollo agrario. Hay obstáculos como es el acceso al agua para regar los cultivos, por eso se necesita traer técnicas de otras partes del mundo, en donde aunque escasea el agua, han podido hacer productivas las tierras”.
En la actualidad, en el archipiélago se produce plátano, yuca, breadfruit (fruto del pan), ñame y batata, pero más para el trueque entre vecinos y familias que como alternativa económica. Lo que se quiere es que las personas amplíen los productos para cultivar y que les den un valor agregado que les permita obtener mayores ingresos.
La tarea de mejorar la alimentación de los sanandresanos no es fácil. Por un lado está el aspecto económico, ¿cómo hacer que los sanandresanos mejoren sus ingresos para que puedan consumir hortalizas y frutas con regularidad? Por otro, está el aspecto de la autosostenibilidad, ¿cómo incentivar el cultivo de otros productos y depender menos de lo que se trae del interior del país?
Hay algo que es cierto y es que en este momento los sanandresanos son vulnerables ante la escasez de alimentos por diversos fenómenos, lo que requiere acciones de corto plazo para evitar futuras crisis.
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