Salud
Salud, de derecho social a mercancía
Así lo aseguró la experta en salud pública Asa Christina Laurell durante la conferencia inaugural Las Reformas en Salud Pública, del Doctorado Interfacultades en Salud Pública de la UN.
Bogotá D. C., 09 de febrero de 2011 — Agencia de Noticias UN -En su intervención en el Doctorado Reformas a la Salud en América Latina, de la Facultad de Medicina, Laurell agregó que las reformas se presentan frente a ministerios de salud débiles.
Esta problemática, que según Laurell no era concebida hace 30 ó 40 años, cuando la salud simplemente era un derecho y lo único que había que hacer era buscar cómo garantizarla, en la actualidad se ha convertido en algo a lo que acceden unos pocos.
Aunque la premisa de brindar salud a todos es el ingrediente principal, la privatización no ha permitido que esto se logre, pues pasa de ser un problema del gobierno y queda sujeto al crecimiento del sector privado.
“El gobierno pasa a ser un simple regulador, pero no tiene el dominio sobre las entidades y, a su vez, sobre las personas que necesitan el servicio”, dijo la experta.
Según la doctora, esta es una tendencia internacional que viene desde los años 80, cuando la crisis económica en los países europeos surgió y se comenzaron a recortar beneficios que tenían que ver con el bienestar de las personas, principalmente el gasto en salud.
A esto se le suma la mala distribución geográfica de infraestructura y la mala distribución de las tareas. Según la experta, precisamente por las debilidades del sector público, creció el privado entre sus intersticios.
“Desde sus inicios, las reformas se vienen encaminando sobre un pensamiento lucrativo, un modelo de esto es Estados Unidos, que lleva 50 años tratando de reformar su sistema de salud, pero el sector privado predomina y no permite que los cambios sean dados”, explicó Laurell.
Algo que en la actualidad puede palparse en America Latina, con el crecimiento del desempleo que, a su vez, acarrea consigo la desvinculación al derecho de seguridad social y, por ende, a una contratación precaria.
Además de esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a raíz de las crisis, también perdieron la fuerza que tenían bajo las directrices de las reformas, dándole paso al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
”Todas estas tendencias han llevado a que en la actualidad se hable de unos paquetes de salud esenciales, pero cabe preguntarse s¡ en verdad cubren las necesidades de salud fundamentales de la población”, cuestionó la experta.
Además, dijo que de aquí parte la importancia de la mujer en el hogar y que de ella dependa implantar que la familia es lo más importante y, por ende, hay que asumir un estilo de vida saludable.
Laurell afirmó que para constituir una verdadera reforma hay que separar la prestación de servicios con la salud pública, rescatar la lógica de necesidades en salud, no demarcados.
(Por: Fin/jrb/feb/lrc)N.° 960