Análisis
Salario mínimo para enfermeras, sí, pero con condiciones
Un proyecto de Ley en el Congreso de la República propone un salario mínimo para médicos generales, auxiliares, bacteriólogos y enfermeras. Las enfermeras lo que esperan es que no se discrimine entre profesionales.
Bogotá D. C., 21 de marzo de 2014 — Agencia de Noticias UN-Lo primero que afirman las enfermeras es que existe una Ley de ejercicio, la 266 de 1996, que reconoce la profesión y en la que existe un marco de referencia para ejercerla. Por eso, consideran que la iniciativa del salario mínimo no es mala, siempre y cuando se haga teniendo en cuenta esta Ley.
Algo en que también coinciden es que los profesionales de enfermería empezaron a perder poder adquisitivo a partir de la reforma de la Ley 100. “Cuando se acaba el seguro social, que era un referente del ejercicio profesional, no solo de la enfermería sino del cuidado de la salud de los colombianos, se acaba la posibilidad de negociar porque no tenemos un interlocutor”, argumenta Renata González, decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
Para la decana, el Ministerio de Salud se convirtió en un vigilante, pero ya no es un interlocutor. “Se ha quedado en regular y vigilar, mas no se responsabiliza de las condiciones de salud y tampoco de las condiciones laborales, ni de la enfermeras ni de los usuarios”.
Con la reforma de la Ley 100, la profesión ha venido deteriorando su salario. Según ellas, en 1999 había profesionales que ganaban entre 4 y 5 millones. De acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (Anec) hay 51.687 enfermeras egresadas, de las cuales 36 mil tienen registro. De estas, el 80% gana por debajo de 1.400.000 pesos.
“A partir de la Ley 100, como primó el negocio, se perdió la condición de contrato de trabajo, en términos de vacaciones, vinculación directa, estabilidad y seguridad social. En este momento, tenemos que el 44% de las personas están tercerizadas, es decir que están a través de una OPS”, explicó Cecilia Vargas, integrante de la Junta directiva de la Anec y egresada de Enfermería de la U.N.
Por eso se espera que el asunto de la propuesta del salario mínimo acoja todas las competencias de la enfermera. “Debe ser proporcional ese salario mínimo con la actividad que en verdad ejercen las enfermeras; no se puede discriminar entre profesiones”, opina Diana Marcela Castillo, estudiante de Doctorado en Enfermería de la U.N.
Y este es otro lunar que tiene la propuesta, la segregación que hay entre médicos y enfermeras. Para Vargas, la responsabilidad que tiene el enfermero es mucho más grande que la que tiene el médico, pues está relacionada con la prescripción y la intervención médica en la alteración de la salud. “Nosotros estamos en la intervención del cuidado de la enfermedad y en la prevención; por lo tanto no estamos de acuerdo con la diferenciación que se hace con nosotros”.
El otro asunto a tener en cuenta es que un auxiliar está ganando entre 600 y 800 mil pesos y, en algunos centros de salud, con el salario de una enfermera se le paga a dos auxiliares. “El asunto del auxiliar es la responsabilidad jurídica social del cuidado. La Ley le dice al profesional de enfermería: ‘usted es el responsable del cuidado de la persona’, pero no le dice lo mismo al auxiliar. Si yo soy la enfermera y le delego al auxiliar que haga lo que yo debería hacer (así lo exige el centro médico), la responsable finalmente será la enfermera”, puntualizó González.
Del mismo modo, Castillo concluyó: “No podemos estar en contra de la propuesta de un salario mínimo, pero eso tiene que estar inmerso en un escalafón donde se tenga en cuenta la formación, la capacitación, la experiencia y la responsabilidad de la función, porque los salarios se tasan de esa manera”.
(Por: Fin/HESP/CAPG/AC)N.° 410