Ciudad & Territorio
Restricción de parrillero afecta bolsillo de usuarios de motos
Las motos de 125 cm3 están concentradas en estratos de ingresos medios, medios bajos y bajos, cuya economía se afectará en forma negativa por la nueva medida.
Bogotá D. C., 08 de febrero de 2018 — Agencia de Noticias UN-Así lo advierte el profesor José Stalin Rojas Amaya, director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), para quien la motocicleta dejará de ser el vehículo para transporte familiar por excelencia.
En tal sentido, el académico considera que la medida implementada por la Alcaldía Mayor de Bogotá con el fin de disminuir el número de atracos tendrá efectos colaterales asociados con el incremento en el número de usuarios de transporte público y más motos circulando por los corredores viales de la ciudad.
Según el docente, la restricción hará que este grupo socioeconómico tenga que destinar un mayor porcentaje de sus ingresos para movilizarse, mientras que las ventas de motocicletas se incrementarán, especialmente hacia mediados de año, fecha en la que la capacidad adquisitiva de estas personas aumenta gracias a los beneficios de la prima.
“Puesto que una familia tradicional colombiana, integrada por papá, mamá y dos hijos, destina cerca del 10 % de sus ingresos al transporte público, la restricción haría que ese porcentaje se incrementara hasta en un 3 %, máxime si se tiene en cuenta el reciente aumento de la tarifa del pasaje en Transmilenio”, precisa el docente.
Delincuencia sectorizada
Teniendo en cuenta que por las protestas que generó la medida las autoridades distritales decidieron restringir la circulación de parrilleros hombres a algunos sectores de la ciudad, a juicio del profesor Rojas dicha situación tendrá como efecto el incremento de actividades delincuenciales en aquellas zonas donde no hay restricción, sumado al hecho de que tampoco habrá un incremento en la movilidad.
Sin embargo, como los motociclistas suelen desplazarse con mayor rapidez que los usuarios del servicio público, la medida hará que quienes se vean afectados tarden más en llegar a sus destinos –en su gran mayoría estudiantes y mensajeros de entre 16 y 35 años.
Puesto que “tanquear” una moto convencional resulta más económico que viajar en un medio de transporte público, para el docente resulta previsible que los hogares con menores ingresos contemplen la posibilidad de adquirir una, que en muchos casos también se convierte en una herramienta de trabajo para obtener recursos adicionales.
“Hoy en día las motos son productos de consumo masivo que se pueden adquirir fácilmente en “cualquier” supermercado, debido a la flexibilidad que ofrecen los créditos, en la medida en que si antes se requería certificar hasta 10 salarios mínimos, hoy bastan solo tres”, precisa el docente, quien también llama la atención sobre el hecho de que las motos están exentss del impuesto al valor agregado (IVA).
Pese a que las autoridades distritales han buscado incentivar que los usuarios de los servicios públicos de transporte hagan un mayor uso de la bicicleta, las motocicletas ocupan un lugar de preferencia, en la medida en que permiten realizar desplazamientos más largos, además de sacar mayor provecho del vehículo en actividades ligadas a servicios de mensajería y domicilios.
“En ciudades como Bogotá las distancias son enormes, mientras que en Medellín o Manizales la topografía del terreno hace prácticamente imposible que una persona pueda hacer uso constante de la bicicleta”, puntualiza el profesor Rojas.
(Por: Fin/JCMG/MLA)N.° 103