Ciudad & Territorio
Renovación de barrio El Naranjal requiere participación ciudadana
Por estar sumido en una “isla" de talleres mecánicos, bares y bodegas de reciclaje, y sin planeación urbana desde hace más de 60 años, para responder a las nuevas dinámicas es necesario reconfigurar y potencializar los usos del suelo de este barrio de Medellín de una forma incluyente para sus habitantes.
Medellín, 21 de noviembre de 2017 — Agencia de Noticias UN-El Naranjal es uno de los sectores que quedó rodeado por el viaducto del Metro sobre la quebrada La Hueso, y en cuyas inmediaciones la empresa de transporte masivo donó un parque que no dio soluciones a las necesidades de la comunidad.
En la actualidad, el barrio es objeto de un plan parcial de renovación urbana, sin embargo, la solución no es desplazar el problema ni resolverlo de manera segmentada. Se debe tomar en cuenta a la comunidad y sus apreciaciones sobre dinámicas sociales y perspectivas de barrio.
Así lo indica la investigación realizada en 2015 que, entre otras recomendaciones, sugiere dar voz y voto a los habitantes de la zona, “Ya que ellos decían que sí querían que se renovara el barrio, pero de la mano de ellos”, afirma el arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, Jacobo Gallego Valencia, quien investigó el tema, como parte del trabajo de grado, junto con la profesional Ana Restrepo Castrillón.
La recomendación fue previa al fallo, que se dio a finales de octubre de este año, el cual obliga al municipio de Medellín y a la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) a construir Viviendas de Interés Social y de Interés Prioritario, producto de una acción popular que interpusieron sus habitantes años atrás.
El Plan Parcial de Renovación Urbana del barrio Naranjal y Arrabal cuenta con ocho niveles urbanísticos: tres en Arrabal y cinco en El Naranjal; actualmente hay en ejecución dos de las cinco unidades de actuación que contemplan 1.500 viviendas.
El estudio se aborda desde dos miradas: Naranjal en transición y Naranjal en contexto. La primera se refiere a los valores del actual barrio, “entendiéndolo como una sumatoria de factores tangibles e intangibles”, asegura la investigación.
Así mismo, construye una secuencia que da cuenta de momentos, valores barriales e intervenciones urbanas.
En el documento de la investigación están condensados hechos como la procedencia de las primeras familias, quienes provenían del Oriente Antioqueño. También, datos sobre el Plan Director de la Ciudad Naranjal, que se adoptó en 1959 y lo plantea como área apta para asentamientos industriales por su cercanía al río.
En 1972, El Naranjal ya era conocido como “zona enferma” y con deterioro urbanístico; en 1990 alcanzó su mayor decadencia urbana y social, en tanto que, en 2014 se iniciaron obras del Plan Parcial Naranjal y en 2015 rompe récord en ventas.
La otra investigadora, la arquitecta Ana Restrepo Castrillón, afirma que son los habitantes de la zona los que construyen valores espaciales, arquitectónicos e imaginarios de ciudad, según las necesidades y lo que quieren plasmar.
“Por ejemplo, los muros bajos en las viviendas surgieron como una necesidad ante el riesgo de inundaciones dada su cercanía a la mencionada Quebrada. Son valores, porque la ciudad la construyen las personas dando carácter a los espacios, sin embargo, en los planes parciales muchas veces no se tienen en cuenta fenómenos de usabilidad, sino que se hacen planteamientos genéricos”, asegura.
Los valores que se destacan en el Naranjal como barrio van desde el territorio —su paisaje urbano y cultural—; la actividad, usabilidad y transformaciones del espacio, y también, el objeto como una mirada a la estética.
Teniendo en cuenta aspectos como estos, los investigadores plantean que si bien la arquitectura se construye en el tiempo y se reinventa según las necesidades de cada época, debe virar hacia una concepción de agente social, para crear ambientes responsables y conscientes de los impactos de construcción en pro de una mejor calidad de vida.
En este aspecto, las escuelas de arquitectura pueden contribuir al planear una formación más cercana a la realidad del país.
(Por: Fin/KAGG/MLA/MS)N.° 832