Política & Sociedad
Relatos periodísticos reconocen a tres héroes anónimos del conflicto armado
El Premio Nacional de Periodismo “Los justos en el conflicto armado colombiano" exaltó los trabajos realizados a partir del testimonio de aquellas personas que pudiendo permanecer indiferentes decidieron tomar partido por la vida.
Bogotá D. C., 31 de mayo de 2017 — Agencia de Noticias UN-La crónica del ganador del primer premio fue publicada en la edición de diciembre de 2014 de la revista El malpensante.


“Los justos en el conflicto armado colombiano” busca reconocer a aquellos héroes anónimos que decidieron dejar atrás sus privilegios para ayudar al prójimo.


Juan Miguel Álvarez, Mariana Escobar Roldán y Hugo de Jesús Tamayo Gómez fueron reconocidos con el primer, segundo y tercer premio por las crónicas “Los positivos del cabo Mora”, “De hierro me hago al andar”, y “Tomas a Granada”, respectivamente.
A partir de la entrevista realizada al hoy sargento Carlos Eduardo Mora, reconocido como el principal testigo de las ejecuciones extrajudiciales realizadas por miembros del Ejército Nacional, surge “Los positivos del cabo Mora”, en el que Álvarez narra la experiencia del militar después de enfrentar al estamento castrense y denunciar las graves irregularidades cometidas en lo que tristemente se conoce como “El caso de los falsos positivos de Soacha y Ocaña”.
“Luego de pasar por una serie de circunstancias muy difíciles, en las que incluso llegó a temer por su vida, el cabo Mora recibe el respaldo de un alto oficial y decide presentar las respectivas denuncias ante la Fiscalía, de tal manera que se logra abrir una investigación formal contra los responsables”, recuerda el galardonado.
Betty Loaiza, una maestra que trabaja en el municipio de San Carlos, oriente de Antioquia, tiene que hacer frente al constante enfrentamiento entre paramilitares y guerrilla, luchando por mantener abierta una escuela en la que pese a las adversidades seguía dictando clases a 95 niños.
“Al enterarse de que se encuentra en la lista de la muerte de alias Castañeda, decide enfrentarlo y motivar un cambio hacia la paz, al punto que cuando se le da la oportunidad de borrar su nombre, decide arrancar la página y tragarla salvando la vida de otros inocentes para luego convertirse en la maestra de los paras”, recuerda la autora de la crónica.
“Tomas a Granada” narra la historia de Alberto Giraldo, otro justo que conducía una ambulancia pero que se vio obligado a recoger los cadáveres de un pueblo cercado por el miedo y la desesperanza.
“De un número estimado en 20.000 habitantes solo quedaron 5.000; unos se fueron y muchos terminaron asesinaros por la guerrilla o los paramilitares”, recuerda Tamayo, único de los tres galardonados que no tiene formación como periodista y quien decidió dedicarse al oficio cuando tenía 52 años.
“Después de la primera toma paramilitar, ocurrida el 3 noviembre de 2000, Giraldo decide comenzar a recoger los muertos que habían quedado tras la masacre, cuyo número superaba a las 50 personas”, recordó entre lágrimas el ganador del tercer lugar.
El premio de periodismo “Los justos en el conflicto armado colombiano” es una iniciativa del Centro Nicanor Restrepo Santamaría para la Reconstrucción Civil (CeNiRS) junto con el Centro de Estudios en Periodismo de la Universidad de los Andes (Ceper) y la Especialización en Comunicación Política de la Universidad EAFIT.
(Por: fin/JCMG/dmh/LOF)N.° 862