Desarrollo Rural
Reincorporados preparan mermelada de pimentón
El desarrollo del nuevo producto busca prolongar la vida útil de esta hortaliza cultivada en el Guaviare, para abrir nuevos canales de comercialización.
Bogotá D. C., 30 de octubre de 2018 — Agencia de Noticias UN-El pimentón que se cultiva en el ETCR puede tener hasta tres cosechas al año. Foto: archivo particular


El proyecto adelantado por el ICTA también contempla la posibilidad de elaborar una pasta de tomate que incluya pimentón. Fotos: Angela Bernal Martínez


Gracias a la asesoría de la U.N. se podrá propiciar un desarrollo más armonioso de estos proyectos productivos.


El transporte de productos transformados en menores volúmenes es mucho más sencillo que recién cosechados.


En los talleres, dictados por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTA), de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), participaron 15 miembros del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Colinas y otros integrantes de la comunidad del Guaviare.
Aunque el público está acostumbrado a que cuando se habla de mermeladas se trate de productos hechos a partir de una fruta, la de pimentón se ofrecería como una alternativa para acompañar platos típicos navideños como el pavo y el cerdo.
“Nos concentramos en esta área por solicitud expresa de la comunidad, que ha hecho un esfuerzo importante en la etapa de cultivo y producción primaria”, explica Jorge Leonardo Sandoval, del ICTA.
Aunque los reincorporados tenían un conocimiento previo de esta experiencia, gracias a talleres realizados antes, en esta oportunidad decidieron concentrarse en un producto con características que llamen la atención del consumidor.
Con tal propósito, el proceso de capacitación hizo énfasis en mejorar aspectos relacionados tanto con la limpieza y la desinfección como con la manera más adecuada de seleccionar, escaldar y pasteurizar los pimentones.
Así por ejemplo, el proceso de selección se orientó hacia los frutos maduros, y en lo que tiene que ver con la eliminación de la cáscara y los sabores residuales que no resultan tan agradables para este producto.
En tal sentido, el profesor Jairo Humberto López, de la Sección de Carnes del ICTA, destaca la importancia que tienen estos talleres para estrechar lazos entre los reincorporados y la comunidad, en procura de sacar adelante tales proyectos para beneficio común y para el desarrollo de la región.
“En la medida en que algunas entidades estatales promovieron el desarrollo de cierto tipo de cultivos, se llegó a un punto en que la producción planteaba el interrogante de qué hacer con los excedentes, pues los gastos de transporte del producto imposibilitarían obtener alguna ganancia”, explica.
Para el procesamiento, después de seleccionar los frutos se desinfectan en una solución equivalente a 200 partes por millón de hipoclorito durante 15 minutos, para luego enjuagarlos y acondicionarlos.
Posteriormente se pasa a una etapa de escaldado a 80 oC durante cinco minutos, con el fin de ablandar tejidos y fijar color, luego de lo cual se pasa a la molienda en una licuadora convencional hasta homogenizar la mezcla.
Una vez hechos los cálculos para formular el producto se adiciona el equivalente al 50 % de azúcar sobre toda la pulpa, junto con un aditivo conocido como peptina, lo que permite formar el gel característico de la mermelada.
Según Noé Gutiérrez Galvis, reincorporado de las FARC y uno de los líderes del ETCR, se espera que el acompañamiento de los profesionales del ICTA se pueda extender en el tiempo, de manera que a mediano plazo se conforme una microempresa para desarrollar una economía sostenible y solidaria.
(Por: Fin/JCMG/MLA/LOF)N.° 490