Salud
Premian estudio que mejora la calidad de vida de mujeres con epilepsia
Se trata de un estudio clínico controlado realizado a mujeres con epilepsia, a través del cual se demostró que es posible controlar la depresión y mejorar la calidad de vida por medio de la intervención farmacéutica.
Bogotá D. C., 10 de octubre de 2013 — Agencia de Noticias UN-Este fue uno de los resultados más importantes de la investigación que obtuvo el segundo puesto en el Congreso de Atención Farmacéutica realizado en Medellín en septiembre pasado.
El estudio se realizó en 182 mujeres con epilepsia, con edades entre 18 y 75 años, residentes en Bogotá y divididas en dos grupos, uno de intervención y otro de control.
La depresión de las mujeres incluidas en el grupo de intervención disminuyó casi a la mitad, en comparación con el grupo de control donde se mantuvo estable.
“Este dato solo resulta positivo para las mujeres con epilepsia, ya que ellas presentan peor calidad de vida respecto a la salud que los hombres con esta enfermedad. Además, reportan mayores reacciones adversas, alteraciones endocrinas reproductivas, hirsutismo, síndrome de ovario poliquístico, obesidad y disfunción sexual, lo cual muchas veces desemboca es casos de depresión”, explica Martha Losada, docente del Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia, quien realizó este estudio como trabajo de tesis doctoral en Farmacia en la Universidad de Granada (España).
Programa de atención integral
Según explica Losada, para el tratamiento de la epilepsia es importante tener en cuenta el género, pues existen condiciones hormonales (ciclo menstrual, métodos anticonceptivos, menopausia), reproductivas (fertilidad, embarazo, lactancia) y de roles (cuidado de los niños) que pueden afectar y a su vez ser afectadas por el tratamiento anticonvulsivante, además estas condiciones son cambiantes durante las diferentes etapas de la vida.
Por eso, uno de los elementos importantes dentro del grupo de estudio era que las mujeres seleccionadas debían estar en un tratamiento con anticonvulsivantes, considerados piezas clave en el tratamiento de la epilepsia, pues se caracterizan por no tener un efecto clínicamente valorable.
Al grupo de intervención se le aplicó un programa de atención farmacéutica consistente en seguimiento farmacoterapéutico, educación para la salud, monitoreo de anticonvulsivantes, información sobre el uso adecuado de los medicamentos y ayudas prácticas para mejorar la adherencia y los hábitos de vida.
El impacto se evaluó con la autoaplicación de una serie de cuestionarios especializados, muchos de ellos utilizados a nivel internacional, en la primera entrevista y al finalizar los seis meses de seguimiento.
Como resultado específico se pudo comprobar que el programa mejora la calidad de vida desde el punto de vista clínico.
“Existen estudios previos en los que se afirma que en un cuestionario que va de 1 a 100 la percepción de calidad de vida debería aumentar hasta un 11,8% para que fuera clínicamente significativo. El cuestionario que aplicamos dentro de la investigación arrojó como resultado un 12,45%, en comparación el grupo de control dio como resultado un 2,61%. Es decir, fue clínicamente significativo”, explica Losada.
Este programa de atención farmacéutica, considerado pionero a nivel nacional, se realizó con el apoyo de la Fundación Liga Central Contra la Epilepsia y seguirá formando parte de los servicios de atención especializada que desde allí se prestan.
(Por: Fin/DMH/sup/arm)N.° 321