Medioambiente
Prácticas tradicionales del Resguardo de Yaquivá en riesgo
Los conocimientos tradicionales de producción de alimentos, que se han dado a través de prácticas socioagriculturales milenarias, asociados con su cosmovisión (Tul) y con el trabajo colectivo (minga y cambio de mano), son modificados por una agricultura moderna, monocultural e insumo-dependiente, lo que desencadena una pérdida biológica y cultural en la comunidad.
Palmira, 06 de septiembre de 2019 — Agencia de Noticias UN-La minga es el trabajo mancomunado entre los indígenas para llegar a un resultado en infraestructura. Fotos: Marco Helí Franco Valencia.


“Yo te ayudo, tú me ayudas; todos juntos tras una meta”, es el significado de cambio de mano en la tradición indígena.


La agricultura convencional, con el uso de plaguicidas, provoca una pérdida biológica de la comunidad.


Esta es una de las conclusiones a las que llegó el investigador Marco Helí Franco Valencia, doctor en Agroecología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, y docente en la Sede Bogotá, quien señala que la comunidad educativa yaquiveña comprende las amenazas que desestabilizan a sus pobladores.
El investigador encontró que por esta razón el Proyecto Educativo Comunitario (PEC), que se imparte en el colegio Jissa Fxiw (Semilla del Conocimiento), representa la oportunidad de “resignificar las prácticas tradicionales como componentes que integran lo tecnológico, social y espiritual”.
El estudio, realizado con el consentimiento de las autoridades del Resguardo y dirigido por la doctora Marina Sánchez de Prager –coordinadora del Grupo de Investigación en Agroecología en la UNAL Sede Palmira, al que pertenece el doctor Franco–, consistió analizar el “Plan de Vida” –documento único que integra lineamientos, propuestas y presupuestos de vida del Resguardo de Yaquivá– a partir de la perspectiva de la agroecología.
Esta comunidad se encuentra ubicada en la región de Tierradentro, municipio de Inzá (Cauca), y pertenece al pueblo Nasa, descendientes directos de la población nativa que hallaron los conquistadores españoles en el territorio.
Mediante la metodología de Investigación Acción Participativa entre la UNAL y el Resguardo de Yaquivá, el investigador Franco, junto con Rivel Chate (exgobernador y autoridad indígena), abordó las tres dimensiones de vieja data: distributiva, estructural y dialéctica, y aportó con su tesis doctoral la cuarta dimensión, la espiritual. Su objetivo fue contribuir a fortalecer los saberes ancestrales teniendo en cuenta los principios (buen vivir) que justifican su tradición, sin dejar de lado la búsqueda de alternativas de desarrollo sustentables.
A través de la matriz DOFA (debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas) se identificó que el “Plan de Vida” cuenta con un soporte jurídico estipulado en la Constitución Política, lo que representa una fortaleza y oportunidad para recibir recursos del Estado.
¿Peor de lo mismo?
Sin embargo el doctor Francos señala que “la agricultura tradicional de la comunidad afronta una amenaza frente a los sistemas modernos de producción de cultivos, o agricultura convencional, la agricultura basada en los modelos de revolución verde (hasta 1990) y de revolución genética (desde 1990 hasta nuestros días), que no es más de lo mismo, sino peor de lo mismo, habida cuenta de las semillas transgénicas que perpetúan la insumo-dependencia”.
Este tipo de agricultura abre espacio para que instituciones externas influyan en el Resguardo de Yaquivá, lo que se traduce en una pérdida de identidad, que incluso llega a modificar sus métodos de comunicación, dejando parcialmente la lengua ancestral nasa yuwe.
Por otra parte, en respuesta a la “crisis de modernidad”, la investigación del doctor Franco plantea como una oportunidad “desde el diálogo de saberes hasta el diálogo de haceres” la minga, el cambio de mano y el Tul como mecanismos para mantener la memoria del pueblo Nasa. Sin embargo explica que diálogo de saberes como tal (entre el conocimiento científico y el tradicional) no ha habido, porque la ciencia eurocéntrica no reconoce dicho conocimiento ancestral.
Menos minga y Tul
Las prácticas tradicionales como “las actividades de acuerdo con las fases de la Luna, los rituales, los médicos tradicionales (The Wala), las semillas nativas, los abonos orgánicos, los policultivos, la desyerba manual, la minga y el Tul” se han ido perdiendo, por lo que después del trabajo mancomunado por más de una década entre el Resguardo de Yaquivá y la UNAL se proponen la minga, el cambio de mano y el Tul para contrarrestar los efectos de la modernidad.
La minga es una práctica ancestral milenaria que consiste en la unión de los indígenas para llevar a cabo un trabajo específico. En otras palabras, son agrupaciones de trabajo comunitario. No obstante, también existen mingas de pensamiento para compartir y debatir ideas en beneficio de la comunidad.
El cambio de mano se reduce en la expresión “yo te ayudo, tú me ayudas; todos juntos tras una meta”, explica el investigador. Bajo esta dinámica se viene trabajando hace poco más de cinco años. Por último, el Tul Nasa hace referencia a su huerto ancestral, donde se busca la producción agroecológica sustentable para la comunidad como solución alternativa para una dignidad y autonomía alimentaria.
“La agroecología es una ciencia nueva para resignificar saberes y haceres ancestrales milenarios, conocidos hoy como prácticas de agricultura tradicional en contraposición con las prácticas de agricultura convencional que han deteriorado la base natural y cultural de las comunidades indígenas y campesinas”, concluye el doctor Franco.
(Por: Fin/CAVL/MLA/LOF)N.° 653