Política & Sociedad
Plan Zonal del Norte, debate crítico para Bogotá
Parar el avance de la ciudad en el norte de Bogotá debe ser una prioridad para las autoridades, dicen expertos en ambiente y desarrollo sostenible. Temas como el valor del precio adquieren relevancia, pero algunos opinan que no es lo único que se debe analizar en este contexto.
Bogotá D. C., 02 de febrero de 2010 — Agencia de Noticias UN–Juan Ricardo Ortega, secretario de Hacienda de Bogotá, sostiene que se ha llegado a ciertos consensos para definir cómo se va a desarrollar el crecimiento de la ciudad en el límite norte, pero sostiene que el tema se ha polarizado demasiado, lo que impide que se tomen decisiones que afectan a todas las partes.
“Uno tiene que ser realista, la gente no va a transar los valores de los predios a ciertas cifras que algunas personas consideran que debería ser… Si la gente está pudiendo especular, pudiendo tomar decisiones de poder y monopólicas, es porque las instituciones son débiles y no se soluciona simplemente paralizando las actividades económicas”, asegura Ortega.
En opinión del Secretario, el problema no debe centrarse solo en el valor del suelo, sino también en dimensiones como el valor de los créditos y las tasas de interés, que son los espacios, dice, donde mayores injusticias se presentan en el país, a la hora de hablar sobre vivienda.
Cabe recordar que el Plan Zonal del Norte pretende utilizar poco más de dos mil hectáreas en vivienda de interés social y corredores ecológicos, de las 5 mil hectáreas disponibles en el actual límite norte de la ciudad.
Desde el Instituto de Estudios Urbanos, dirigido por el profesor Gerardo Ardila, se han analizado desde hace varios años las consecuencias que traería la urbanización continuada hasta los municipios cercanos, como Chía. Allí se aboga por planes que propendan por una ciudad más densificada en ciertos sectores ya consolidados, evitando las conurbaciones que destruyan corredores ecológicos claves.
Mart Smolka, director del Lincoln Institute of Land Policy, entidad que acompaña los Foros de Gobierno Urbano que organiza la UN, considera que es vital que la academia haga un acompañamiento técnico a esta clase de planes de ordenamiento territorial. Enfatiza en que se pueden ofrecer herramientas que, fuera de los debates políticos, solucionan las cosas en beneficio de todas las partes.
“Una mala decisión (en el tema del suelo) tiene un costo muy alto, puede generar injusticias grandes. Obviamente que cualquier intervención en una ciudad tiene riesgos de pérdidas entre distintos segmentos de la sociedad. Pero si todo se hace con buena planeación, que es lo ideal, nadie debería salir perdiendo”, dijo Smolka.
Agregó que el papel del Lincoln Institute es promover la mejora del debate sobre la política del suelo. “El Lincoln no tiene un punto de vista, lo que sí tiene es un mandato para promover discusiones, donde el debate puede tener alguna importancia crítica sobre las decisiones de política”.
Los foros de Gobierno Urbano que lidera la Universidad Nacional de Colombia, en alianza con el programa ¿Bogotá cómo vamos? y la Revista Semana, han abierto el espacio para que todos los actores relevantes en el tema de ordenamiento territorial den sus argumentos y conceptos sobre la manera en que deberían desarrollarse temas como el Plan Zonal del Norte.
Agentes inmobiliarios privados, actores públicos, académicos e investigadores pretenden dejar unas conclusiones profundas que den cuenta de los intereses de cada una de las partes. Son documentos que luego serán herramienta clave para los tomadores de decisiones de la ciudad.
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