Ciudad & Territorio
Ordenamiento territorial del Valle de Aburrá se planea con su gente
Con el apoyo del Instituto de Estudios Urbanos (IEU), de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), se busca una estrategia para armonizar los 10 municipios que integran la aglomeración metropolitana de esta región.
Bogotá D. C., 02 de noviembre de 2017 — Agencia de Noticias UN-Según explica Jorge Pérez Jaramillo, coordinador del Plan Estratégico Metropolitano de Ordenamiento Territorial (Pemot) e investigador del IEU, el Valle de Aburrá es un territorio muy urbanizado, estrecho, con geografía compleja, zonas de alto riesgo, demandas de movilidad y déficit de espacio público.
Al respecto advierte que aunque desde hace 30 años se han adelantado ejercicios de planeación estratégica, no se ha conseguido integrar satisfactoriamente este territorio.
“Colombia es un país con una creciente urbanización que está teniendo una gigantesca dificultad hacia el futuro. Es un territorio urbanizado con fenómenos metropolitanos que ya existen y otros que están emergiendo con insuficientes capacidades de gestionarlos”, explica el arquitecto Pérez.
Con la expansión de las urbanizaciones en el Valle de Aburrá, los municipios han terminado integrándose, por lo que entender estas relaciones es fundamental para garantizar condiciones de sostenibilidad, equidad y calidad de vida para las personas. Por medio del Pemot se pretende plantear estrategias de largo plazo que le permitan a los municipios resolver juntos sus problemas compartidos.
Por ahora los investigadores están concluyendo la fase del diagnóstico y entrarán en la de formulación. Paralelamente se han venido desarrollando “diálogos ciudadanos” como una estrategia para que la sociedad participe en la creación del plan.
Según explica Sergio Bustamante Pérez, consultor en desarrollo territorial y quien trabaja con el IEU liderando los diálogos ciudadanos, hasta ahora los ejercicios de planeación que se habían adelantado eran tecnocráticos, es decir hechos por expertos, relativamente aislados de la sociedad y poco divulgados.
“Queremos pasar a una verdadera construcción social, en la que los planes resulten en un amplio acuerdo social y político”, agregó. Para esto han adelantado talleres en los que participan expertos y representantes –alrededor de 450 actores del territorio– para debatir sobre los problemas y las potencialidades que alberga la región.
El arquitecto Pérez detalla que el Vallé de Aburrá tiene una enorme huella ecológica, que se refiere al impacto ambiental generado por los humanos sobre los recursos de los ecosistemas, ya que ocupa buena parte del departamento de Antioquia.
Y aunque la región ha superado tasas de desempleo del 23 % en los años noventa que hoy están sobre el 11 %, los retos siguen vigentes y superar brechas económicas y sociales es un desafío que se mantiene.
Además cuentan con una economía frágil y limitada, ya que tienen una precaria presencia en el comercio internacional: “en los últimos años se ha tenido una economía altamente dependiente de las importaciones y se ha desactivado la vieja estructura productiva”, detalló el consultor Bustamante.
Se tiene planeado hacer 15 talleres para colectar insumos y construir una agenda de desarrollo metropolitano, que será el resultado final del trabajo. Como se concibe actualmente, el Pemot deriva de una nueva legislación y por lo tanto este sería el primero que se formula en el país.
Por último, los expertos llaman la atención sobre la necesidad de pensar estrategias de planificación y gestión metropolitana porque ese será el futuro de las ciudades.
“La aglomeración metropolitana es cada vez más frecuente y allí hay muchos atributos y oportunidades si se trabaja de forma correcta, pero también se presentan muchos riesgos si no se prevé, por lo que debería ser una prioridad para los gobiernos”, concluyó el arquitecto Pérez.
(Por: Fin/VC/MLA/LOF)N.° 727