Economía & Organizaciones
Logística, clave en la producción de bananito
Un estudio realizado en el Municipio de Icononzo (Tolima) les entregó a los agricultores un completo plan de manejo de esta pequeña especie exótica de plátano, comúnmente llamada ‘bocadillo’.
Bogotá D. C., 27 de enero de 2012 — Agencia de Noticias UN–Durante la cosecha, el manejo del bananito es muy similar en Melgar, Icononzo y Cachipay, por lo cual, en fincas de cualquiera de estos municipios, este puede considerarse como representativo del producto a nivel nacional.
Por lo general, el cultivo corresponde a pequeños y medianos productores, que tienen sembradas entre 1 y 3 hectáreas (ha), aunque también hay productores con más de 10. El rendimiento por hectárea/año está alrededor de las 6 toneladas, de las cuales 60% es para el mercado de exportación.
Estos datos se desprenden de un convenio interinstitucional (Proyecto Merlín II), que permitió generar una serie de protocolos técnicos y logísticos para este y otros productos agrícolas, con el objetivo de que los campesinos mejoren sus procedimientos de cosecha, recolecta, manipulación y empaque.
En el proyecto participó el Grupo de Tecnología en Invernaderos y Agroplásticos, del Departamento de Ingeniería Civil y Agrícola de la UN, liderado por el profesor John Fabio Acuña, quien asegura que esta clase de iniciativas parten de la necesidad de empoderar a los agricultores en el manejo integral de sus cosechas y poscosechas.
Son varias las recomendaciones que se les hacen a los cultivadores de bananito; por ejemplo, los racimos deben mantenerse lejos de cualquier fuente de contaminación, como depósitos de basuras y contacto con el suelo, para evitar la entrada de microorganismos que dañen el producto.
El bananito o baby banana para exportación se recolecta en estado verde, entre las 6 y 8 semanas después de la floración. El momento de la cosecha se determina de acuerdo con la distancia y requisitos del mercado. Las diferencias se dan básicamente en tamaño, pues algunos países prefieren bananitos pequeños de menos de 9 cm de longitud, mientras la mayoría está entre los 10 y 13 cm. El diámetro también es importante, pero generalmente estas dos características van ligadas.
En el momento del corte, siempre se revisa el racimo para asegurarse de que cumple con las características adecuadas para el procedimiento, principalmente el tamaño, pues en algunas ocasiones las condiciones del clima afectan sensiblemente la velocidad de maduración del racimo.
Otra de las recomendaciones de los expertos, en cuanto a las operaciones de limpieza y desinfección, es que no deben sobrepasarse con las dosis señaladas de detergente y desinfectante para estos tratamientos, pues podrían dejar residuos que perjudican la comercialización.
La prevención de enfermedades poscosecha del bananito debe incluir buenas prácticas de manipulación, no solo el tratamiento con desinfectante. Este no garantiza que toda la carga microbiana sea eliminada ni tampoco puede protegerlo de infecciones posteriores. Esto hace necesario garantizar el manejo aséptico del bananito a lo largo de las labores de acondicionamiento, almacenamiento y distribución.
Por lo tanto, todos los materiales o utensilios, tales como herramientas de corte o ‘gubias’, así como los elementos de secado (por ejemplo, telas), deben estar esterilizados. De igual forma, las mesas y demás implementos que entren en contacto con la fruta deben estar pulcros y, preferiblemente, higienizados.
(Por: Fin/capg/camp/sup)N.° 208