Medioambiente
Las curtiembres ahora respetan al río Bogotá
Especialistas de la UN trabajaron en la implementación de prácticas amigables con el ambiente y el manejo efectivo y sostenible del agua en el proceso de producción de los curtidores de Villapinzón.
Bogotá D. C., 23 de febrero de 2012 — Agencia de Noticias UN-Seis años atrás inició este exitoso proyecto liderado por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la UN, en donde participaron organizaciones como la Unesco, IHE de Holanda y la CAR en Colombia. Su objetivo era lograr un desarrollo efectivo y sostenible del manejo del agua del río Bogotá, a partir de la implementación de medidas para tecnificar y apoyar el proceso de curtido de pieles en Villapinzón (Cundinamarca).
La idea surgió gracias a la estudiante de maestría Mónica Sanz, cuyo afán por analizar los conflictos que existían entre leyes, instituciones y gobierno departamental despertó el interés de dichas entidades. A través de la UN, estas apoyaron su estudio y lo complementaron con el objetivo de sanear y limpiar la cuenca del afluente, afectada por la gran cantidad de desperdicios y químicos (como el cromo), que eran arrojados al agua sin ningún tipo de supervisión.
Con la orientación del proyecto Switch (Manejo sostenible del agua en las ciudades del mañana) y el IDEA, los curtidores de Villapinzón no solo mejoraron la calidad de sus productos al estandarizarlos y organizar adecuadamente su comercialización, sino que contribuyeron con el mejoramiento de la calidad del agua del río Bogotá.
“El enfoque del IDEA para estudiar y orientar los conflictos es integral, porque trabajamos una mirada física del ecosistema y reconocimos el daño; una mirada técnica para reconocer cómo estaban haciendo todos los procesos del curtido de cuero, y finalmente una mirada social para identificar quiénes son los curtidores, sus familias y sus necesidades”, afirma Laura Osorio, arquitecta y magíster en Gestión Ambiental e investigadora del instituto.
En el 2006, cuando comenzó el proceso, el negocio de los curtidores era únicamente informal; se trataba de pequeñas empresas familiares que curtían sin ningún tipo de regla ambiental o empresarial que les permitiera ser más eficientes y competitivos en la industria del cuero.
Al poner en marcha el plan se tuvo en cuenta la experiencia de los curtidores y, a partir de allí, se adaptaron las técnicas y requerimientos exigidos por la CAR, la autoridad ambiental que se encargó de vigilar que todos los implicados en este trabajo cumplieran con las normas ambientales requeridas, específicamente las relacionadas con el cuerpo de agua.
La investigadora Osorio explica: “Ellos analizan la calidad del agua que sale en cada curtiembre y miden cuánta agua fue vertida; es decir, se examinaron los resultados al final del proceso. Nosotros en el IDEA, y a través del proyecto Switch, mejoramos todo el proceso por medio del estudio de todas sus etapas, desde la llegada de la piel hasta su tratamiento y resultado”.
Seis años después, lo que se observa es alentador y permite pensar en la expansión de estas técnicas para replicar el modelo en las curtiembres de pueblos o municipios cercanos, pues en Villapinzón los curtidores desarrollaron un claro sentido de pertenencia con sus empresas y al mismo tiempo contribuyeron al mejoramiento en el tratamiento del agua.
La industria del cuero en Colombia cambió su herencia contaminante y ahora su producción es más limpia, pues ahorran líquido y energía al recircularlo para usarlo varias veces durante el proceso, y utilizan adecuadamente los químicos requeridos sin generar un impacto ambiental grave.
Los investigadores del IDEA lograron darle un enfoque integral y amplio a esta problemática ambiental. Partieron de la premisa de la relación existente entre la sociedad y la naturaleza, entre la cultura y el ecosistema y su interacción, para aplicarla al grupo de curtidores de la cuenca del río Bogotá.
“Por eso, nuestro enfoque es exitoso. No es solamente el aspecto técnico, sino enseñarle a la persona por qué tiene que modificar esos malos hábitos que causan daños al medioambiente”, concluye la investigadora Osorio.
(Por: Fin/CJCO/sup/vbr)N.° 481