Educación
La U.N. espera recursos de estampilla Pro U. Distrital-U. Nacional para mejorar infraestructura
La recuperación de 27 bienes de interés cultural, el urgente mantenimiento de algunos edificios, la construcción de nuevas estructuras para ciencia y tecnología y la adquisición de nuevos equipos para investigación se verían postergados si se demora el recaudo de recursos estipulados por dicha estampilla.
Bogotá D. C., 30 de mayo de 2017 — Agencia de Noticias UN-Según el profesor Jaime Franky Rodríguez, vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Bogotá, “es esencial que los recursos ingresen lo más pronto posible; cualquier demora es enormemente perjudicial para la Institución”.
“La infraestructura en las entidades académicas es una respuesta técnica a una problemática pedagógica e investigativa; no es un problema estético: ¿cómo se va a hacer una investigación de calidad sin espacios adecuados, equipos actualizados ni con buen mantenimiento?”, señala el directivo.
En consecuencia con la ley 1825 de 2017, que modifica la ley 648 de 2001 –sobre el recaudo de la estampilla de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas– para que se comparta con la U.N. Sede Bogotá, las directivas de la Institución están formulando un plan especial de manejo y protección de la Ciudad Universitaria y sus 16 predios en el casco urbano y rural de la capital.
Para el reforzamiento estructural, la restauración, la modernización y el mantenimiento de las edificaciones declaradas por la nación como bienes de interés cultural –lo cual implica un 12 % de dicha estampilla–, se estima una inversión total de 134.786 millones de pesos. Sumando el aporte de la estampilla, en razón de un recaudo anual de un 1,5 % sobre lo contratado –equivalente, en este caso, a 10.206 millones de pesos–, se cubriría esta necesidad en un periodo de seis a 10 años.
Entre tanto, se determina un 10 % del recaudo con el objetivo de recuperar y asegurar el mantenimiento constante de los bienes inmuebles de la planta física del campus, tarea que implicaría una inversión de 687.166 millones de pesos. A partir de la gestión, se podrían recaudar, anualmente, 8.505 millones de pesos para este fin.
Además, la ley destina un 8 % para nuevas construcciones y adquisición de tecnologías de la información y las comunicaciones para aulas, laboratorios e institutos de investigación, lo cual requiere 203.930 millones de pesos. En razón de un recaudo anual de 6.804 millones, se espera que dicho requerimiento se cubra en un periodo de siete a 12 años.
Sin embargo, queda claro que con una disminución de la tasa anual, este plan se ejecutaría con menor rapidez. Por ejemplo, con un recaudo anual del 1 % sobre la contratación, la recuperación de los bienes culturales tomaría de 10 a 15 años; por su parte, la adquisición de nuevas tecnologías y la construcción de infraestructura para la investigación tomaría de 15 a 20.
Según el profesor Franky, “entendemos que los recursos de la estampilla no son suficientes y que vamos a requerir más. No obstante, esta iniciativa es un alivio y nos ofrece un panorama menos preocupante”.
Por su parte, el profesor Diego Hernández, quien impulsó la gestión cuando era vicerrector de la U.N. Sede Bogotá, mediante la generación de alianzas con la Universidad Distrital y la representante Olga Lucía Velásquez, señala que “se trata de un asunto muy importante, que garantiza un flujo continuo durante 30 años. A partir de eso, es posible hacer una planeación a largo plazo para recuperar y mantener los inmuebles de la Ciudad Universitaria”.
Aportes a la capital
La U.N. Sede Bogotá viene fortaleciendo su compromiso con la capital del país y la región, en consecuencia con la vocación científica y cultural de la Institución, gracias a proyectos orientados a la transferencia de conocimiento y al desarrollo de la capacidad de innovación de la ciudad.
Dicho compromiso se demuestra con el hecho de que el 69 % de los cerca de 25 mil estudiantes de pregrado matriculados en 2016 es oriundo de la capital, y el 44 % proviene de colegios oficiales.
La inclusión no es un asunto menor: el año pasado la localidad de Sumapaz fue incluida en el Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (Peama); además, el 86,7 % de los estudiantes de la Sede pertenece a los estratos 1, 2 y 3.
Asimismo, a partir de 186 proyectos académicos realizados en los últimos cinco años, 491 grupos de investigación y 36 revistas indexadas, se han abordado las principales problemáticas ambientales, urbanísticas, sociales y culturales de la capital y la región.
La Ciudad Universitaria también está aportando nuevas alternativas de desarrollo, ya que lidera proyectos como el Parque Científico y Tecnológico, y ha puesto en funcionamiento el Hospital Universitario Nacional, que se está consolidando como un núcleo de investigación de excelencia en ciencias de la salud.
Además, no se puede dejar atrás su contribución a la actividad cultural, si se tiene en cuenta que el año pasado alrededor de 75 mil personas participaron en las exposiciones organizadas por el Museo de Arte y el Claustro San Agustín, y se organizaron 63 conciertos en el Auditorio León de Greiff, que es la casa principal de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
(Por: fin/JFMM/MLA/MAFB)N.° 849