Política & Sociedad
La lectura promueve la tolerancia en San José del Guaviare
Según fuentes del DANE y la Policía Nacional, Guaviare se registra como el departamento más violento del país. Un programa de la UN promueve el respeto y la tolerancia a partir de la lectura.
Bogotá D. C., 12 de mayo de 2010 — Agencia de Noticias UN–Su capital, San José del Guaviare, conocida también como la puerta de la selva, puntea siempre en las estadísticas de tasas de homicidios. Según la Policía, en el 2008 reportó 91 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, y de acuerdo con el Instituto de Medicina Legal, en el mismo año la cifra llegó a 170 homicidios, seguida de Pereira con 91, siendo las principales causas la presencia del narcotráfico, el desplazamiento y los cultivos ilícitos.
La Universidad Nacional de Colombia llegó hasta esa zona de frontera a través del Departamento de Lingüística, con el grupo liderado por el profesor Rubén Darío Flórez Arcila, para promover los círculos de lectura enfocados a generar un cambio social de la población y a promover el respeto y la tolerancia.
El programa, en el que participan las estudiantes de pasantía Silvia Puertas y Lina Manosalva, se desarrolla cada semana en un encuentro espontáneo y cuenta con el apoyo de PEN Internacional (Poetas, Escritores y Narradores), PEN Colombia y la Alcaldía Municipal de San José del Guaviare, en cabeza de Pedro José Arenas García.
“Los resultados obtenidos por los hábitos y habilidades lectoras les han permitido a los participantes desenvolverse con éxito en el sistema educativo, cualificar sus niveles de reflexión estratégica y creativa y conseguir niveles de tolerancia y respeto”, explicó el docente de la UN, quien aseguró que un indicador fundamental que mide el grado de desarrollo está representado por los índices de lectura de los ciudadanos.
Desde que asiste a los círculos de lectura, Michelle Dayana Reyes Villa se volvió menos agresiva y más tranquila. “Analizamos las cosas buenas, las malas, los personajes y sus errores”, manifiesta Michelle, quien explica que las lecturas la acercan a la realidad que vive, le permiten hacer comparaciones con su entorno y hasta pensar en la posibilidad de encontrar alternativas para mejorar.
Se leen textos literarios, de ensayo y de divulgación científica y cultural, que destacan significados como la imaginación y la capacidad de comprender y reacomodar situaciones, ideas, relaciones y temporalidades; la solidaridad; el esfuerzo, y la voluntad personal en medio de situaciones adversas subjetivas y sociales.
“Tratamos de que los textos seleccionados les ‘muevan el piso’ a los participantes, que los hagan reír, pensar, conmoverse, que les planteen situaciones que los hieran, los provoquen y los diviertan”, explicó Flórez.
“Tenemos una cultura muy incipiente debido a un periodo de colonización espontáneo. La gente llega de un momento a otro sin proyecto de vida y eso hace que no llegue a construir sino a escapar de la violencia”, afirma Ómar Meneses, funcionario de la Alcaldía Municipal y coordinador logístico del programa.
Meneses asegura que cuando la gente empieza a leer ve en el libro poderes. “Así lo hemos descubierto, hay una reactivación del deseo de ser, de tener autonomía, intimidad y fortaleza para actuar en la vida”.
(Por: Fin/evm/csm)N.° 434