Ciencia & Tecnología
La ingeniería en el cultivo de algas
Mucho se ha hablado del valor de las algas en el sector agrícola, industrial, farmacéutico y hasta medicinal, pero poco o nada se aprovechan en el país a pesar de su megadiversidad.
Bogotá D. C., 13 de octubre de 2010 — Agencia de Noticias UN– “En Colombia está todavía crudo el aprovechamiento de las microalgas, a pesar de que estudios e investigaciones evidencian su potencial para la producción de biocombustibles, por ejemplo”, dice el profesor Rubén Darío Godoy, investigador del Departamento de Ingeniería Química.
El docente afirma que la ventaja de las microalgas es que no requieren grandes extensiones de tierra para ser producidas, y de esta forma no compiten con otros terrenos cultivables o con reservas naturales.
Su investigación se centra en dos especies de algas, una de ellas es Chlorella vulgaris, la cual requiere condiciones sencillas de cultivo: luz, fotosintéticos, agua, sales minerales en concentraciones bajas y C02.
“Debemos siempre mirar cómo es la iluminación en las diferentes zonas de Colombia donde se deben colocar y cómo se va a suministrar el C02, ya que en condiciones naturales el suministro es bajo y no permite un cultivo adecuado”, explica Godoy.
Agrega que, cuando recibe las concentraciones de C02 natural, el crecimiento de la microalga demora 3 ó 4 días hasta la fase estacionaria, y cuando se dan concentraciones mayores de C02 la microalga crece unas 10 veces más.
“El objetivo de las microalgas es captar C02, y ahora con lo del calentamiento global la captación de CO2 se hace interesante, ya que se podría vender a las naciones que producen altos índices de contaminación y resulta atractiva para bajar los niveles”, puntualizó el docente.
Además de la producción de biocombustibles, las microalgas tienen una concentración de aceites insaturados del 80% que, según investigaciones, revela que es mucho más saludable que el aceite de oliva.
En Colombia la producción todavía está cruda. “Muchos países son líderes en producción de microalgas, pero no tienen el agua que tenemos nosotros y estamos perdiendo esta materia”, denunció el investigador, quien afirma que aquí las microalgas solamente se han cultivado para alimentar camarones.
“Las mejores zonas son las desérticas porque se aprovecha la luz solar. Por ejemplo en la Guajira, donde hay mucha luz y brillo, la temperatura de agua es adecuada, las corrientes del mar hacen que venga con mayores nutrientes y nosotros no tenemos que adicionarle mucho”, concluyó.
El tema será ampliado por el profesor Rubén Darío Godoy Silva este próximo jueves 14 de octubre, de 2:00 a 4:00 p.m., en el auditorio C del edificio 453–Aulas de Ingeniería, en la franja Seminario del Departamento de Ingeniería Química.
Para más información, los interesados pueden escribir al correo electrónico meriverosr@unal.edu.co o llamar al 316 5000, extensiones 14053 y 14092.
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