Política & Sociedad
La Independencia, un proceso traumático que valió la pena
“A pesar de todo lo que nos ha implicado tratar de construir esta República independiente, el simple principio de ganar la libertad por encima de cualquier otra cosa, justificaba el proceso de independencia".
Bogotá D. C., 15 de agosto de 2019 — Agencia de Noticias UN-Esta fue la respuesta dada por el historiador, abogado y político Gustavo Bell, durante el conversatorio “La paz y la guerra en perspectiva histórica”, en el que también participaron como panelistas el sociólogo francés Daniel Pécaut, la historiadora Margarita Garrido, el historiador Javier Ortiz Cassiani y los profesores Socorro Ramírez y Francisco Gutiérrez, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI).
Moderado por la politóloga y periodista, María Jimena Duzán, el evento formó parte del Seminario internacional “Paz y guerra en tiempos de independencia”, organizado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), el Banco de la República, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), el Instituto Francés de Estudios Andinos y la Embajada de Francia en Colombia, como parte de las celebraciones en torno al Bicentenario de la Independencia.
El historiador Bell agregó que si se tiene en cuenta la sociedad que existía en el territorio colombiano a finales del siglo XVIII, sin duda alguna era necesario ponerle fin al sistema colonial para empezar a construir la modernidad y lo que eso significaba en su momento, pero no desconoce lo traumático que fue dicho proceso, conseguido por la fuerza de la violencia.
Por su parte, la profesora Ramírez se mostró de acuerdo con el profesor Bell y manifestó además que en la forma como se cuenta la historia de la Independencia han predominado las celebraciones militares y de batallas, reduciendo en muchos casos los episodios históricos a la enumeración de hechos sin profundizar y dejando pendientes aquellos para la construcción de nación.
“Ver todo desde la perspectiva solo de las batallas y de lo militar esconde lo que fue cada uno de esos episodios históricos, que no es un continuo; no podemos decir que llevamos no solo las batallas de la Independencia, sino 200 años de batallas y guerras”, comentó la docente, quien puso como ejemplo la manera en que la profesora Garrido y otros autores en el libro Paz en la república muestran que históricamente en el país también se ha intentado construir paz, convivencia y reconciliación.
“En el libro se dice, por ejemplo, que desde 1832 hasta 1946, en realidad Colombia tuvo 100 años de paz y 14 de guerra civil, pero leemos el conjunto de la historia por solo estos últimos años y seguimos celebrando esos momentos como acciones militares, sin ver qué pasó en las regiones o qué les paso a los actores sociales”, afirmó la docente, y añadió que por eso son importantes los esfuerzos que se vienen haciendo en la conmemoración del Bicentenario.
Tras una narrativa nacional
El profesor Pécaut, especialista en la historia social y política de Colombia, recalcó la importancia de empezar la construcción de una narrativa en conjunto sobre la violencia, pues este tema ha llegado a convertirse para los colombianos en un lugar común, culpable de todo.
“El desafío ahora es empezar a construir una narrativa de lo que sucedió, porque no hay memoria compartida y es un problema de 50 años de reflexión para llegar a construir una narrativa más o menos aceptable para todos”, afirmó el sociólogo.
Para el experto, este proceso será aún más complicado en el periodo de polarización por el que atraviesa el país, en el que para el sociólogo francés se está perdiendo dramáticamente el tiempo en vez de trabajar en la reinvención de un sistema político que garantice una mayor igualdad cultural.
(Por: fin/ALP/MLA/LOF)N.° 565