Política & Sociedad
Jorge Eliécer Gaitán, lejos de ser un demagogo
Considerado como uno de los caudillos más grandes que ha dado Colombia, el líder político no solo brilló con luz propia en la plaza pública, sino como destacado jurista, profesor universitario, ministro, alcalde ejemplar, orador y congresista.
Bogotá D. C., 09 de abril de 2018 — Agencia de Noticias UN-Gracias a la labor de Gaitán el país conoció lo ocurrido durante la llamada masacre de las bananeras.


El discurso de que Colombia era un país de castas privilegiadas tiene plena vigencia, destaca el profesor Iván Mauricio Gómez.


Producto de su estancia en Italia, Gaitán tomó muchos de los gestos que hacía Mussolini cuando arengaba a las masas. Foto: Banco de la República


Al cumplirse 70 años de su magnicidio y como parte de los actos conmemorativos en memoria del caudillo del pueblo, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) realizó dos foros en los que se recordó la importancia que tuvo el pensamiento de Gaitán en los aspectos políticos y jurídicos.
“Contrario a lo que nos han querido hacer creer respecto a que Gaitán era un demagogo, él está muy lejos de ser aquella persona que nos pintaba una oligarquía provinciana”, destacó Ricardo Sánchez Ángel, profesor de la Facultad de Ciencias Humanas, quien exaltó el hecho de que, el ya para entonces egresado de la U.N., hubiera pagado sus estudios de Doctorado en Italia con sus propios recursos.
En un país que estaba marcado por la Constitución Política de 1886 y en medio de la fractura del Partido Liberal, Gaitán se atrevió a escribir una tesis dedicada al estudio de las ideas socialistas en Colombia, -que fue considerada como innovadora-, y que posiblemente sería el origen de la carrera de Ciencia Política.
Como testigo de excepción de lo ocurrido durante la llamada Masacre de las Bananeras, Gaitán dio a conocer al país lo que en realidad sucedió durante la brutal represión a la huelga, que terminaría con un saldo de al menos 1.500 trabajadores asesinados, según los estimativos más conservadores.
Se frustró revolución pacifista
Para Iván Mauricio Gómez, profesor del programa de Ciencia Política, Gaitán aprovechó el momento histórico y la crisis que atravesaba el Partido Liberal, para alinearse con los sindicatos y la clase obrera, como oposición a las oligarquías dominantes que mantenían y mantienen sus privilegios, a partir de la enorme concentración de capital y tierras.
Gracias a Gaitán se produjo una movilización de carácter social que buscaba enfrentarse a las oligarquías conservadoras y liberales, pero que sin embargo tuvo un carácter eminentemente civilista.
En tal sentido, el académico Jorge Córdoba –profesor de la Facultad de Derecho y exmagistrado de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia-, observó que con la muerte de Gaitán se frustró un proceso que muy seguramente le hubiera ahorrado al país más de medio siglo de violencia.
“Si las balas asesinas no detienen a Gaitán, hubiera hecho una revolución pacífica y una transformación del país, dentro de la institucionalidad y sin acudir a la violencia”, destacó el docente, para quien en Colombia continúa habiendo personas que no quieren la transformación del país.
Debacle judicial
A su turno, la profesora Whanda Fernández León hizo un vehemente llamado a que se volviera a instaurar la figura de los jurados de conciencia, junto con la importancia de realizar las audiencias de cara a los ciudadanos.
“Qué falta de oradores y de líderes, así como de abogados penalistas que enaltezcan y dignifiquen el ejercicio de nuestra profesión”, manifestó con vehemencia la docente para quien el actual sistema judicial es una vergüenza.
En tal sentido, la docente llamó la atención sobre el profundo conocimiento que tenía Jorge Eliécer Gaitán de aspectos como psicología judicial, psiquiatría forense, documentología y medicina legal, además de destacar el hecho de que hubiera sido uno de los artífices del Código Penal de 1936.
Tales razones llevaron a que la profesora pidiera elevar una propuesta ante la Rama Judicial con el fin de que se volviera a considerar la figura del jurado de conciencia, a través de la correspondiente reglamentación.
“El jurado debe volver a Colombia, porque si estamos hablando de una presunta filosofía acusatoria, con mayor razón debemos pensar en la democratización de la justicia y en la presencia del pueblo administrándola”, preciso la profesora Fernández, quien enfatizó que esta herramienta resultaba fundamental en los juicios sobre homicidios y delitos conexos.
De acuerdo con la docente, solo a través de la restauración de la figura del jurado de conciencia, los abogados dejarán de ser una vergüenza y podrían hablar más de tres minutos, en lugar de limitarse a leer frases escritas con antelación a su participación en los estrados.
(Por: fin/JCMG/MLA/VPA)N.° 397