Salud
Instrumento mide cosificación en el sistema de salud
Una vez aplicado, este modelo permitirá llegar a un punto en el que tanto el paciente como el médico no se vean entre sí como meros trabajadores y enfermos, sino como seres humanos.
Bogotá D. C., 06 de julio de 2020 — Agencia de Noticias UN-La cosificación no es exclusiva del sector salud, sino que involucra muchas instancias. Foto: Brandon Pinto.


Los profesionales no son cosificadores, como sí lo es el sistema de salud, pues le quita la naturaleza humana al paciente. Foto: Brandon Pinto.


La metodología propuesta funciona para medir en un futuro si la cosificación se encuentra normalizada a niveles altos como práctica. Foto: Brandon Pinto.


Además facilitará el diseño de estrategias para que la atención a los pacientes y el trato que reciben los médicos optimice el servicio de salud en cualquiera de sus centros de atención.
El libro Cosificación en salud, de la colección Salud Pública y Nutrición Humana de la Editorial de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se enfoca en este fenómeno como un proceso multidireccional, es decir que no es solo el médico quien podría cosificar a los pacientes, sino que estos también pueden hacerlo con los profesionales de la salud.
Juan Carlos García Ubaque, coautor junto con Aldemar Bautista Otero y Fred Gustavo Manrique, explica que las instituciones también pueden cosificar a sus trabajadores y que este fenómeno se presenta ampliamente en muchos sectores.
“Cuba, por ejemplo, intercambia petróleo por médicos como si fueran cosas, y el fenómeno cosificador es un producto más de venta: envían médicos a todo el mundo a cambio de ciertos productos que necesitan”, señala.
En el desarrollo del instrumento se manejó una escala en la que se califica la cosificación de diferentes maneras: preguntas de afirmativo negativo o escalas de Likert, que se aplican a las personas con diferentes relaciones interpersonales y que preguntaron a los pacientes, por ejemplo, si eran tratados como personas o como enfermedades.
Ante las respuestas variadas se confirmó que por ahora la metodología sí funciona para medir, en un futuro, si la cosificación está normalizada a niveles altos como práctica.
“El propósito era ver la efectividad de la encuesta y medir de manera adecuada la validación del instrumento, luego de lo cual se hicieron algunos ajustes”, dijo el investigador.
El trabajo mostró resultados favorables para medir en un futuro el nivel de cosificación que existe en el sistema de salud hacia los pacientes, familiares y cuidadores.
Facultades humanas
La cosificación no es exclusiva del sector de la salud, sino que involucra a muchas instancias, por lo que el libro pretende analizar el fenómeno desde dos enfoques: el filosófico, que se muestra pesimista al entender que por naturaleza los humanos son cosificadores, de manera que no se puede hacer mucho, sino aprender a vivir con ello.
El otro enfoque es el espiritual, en el que se habla de recuperar la naturaleza del ser humano, que a partir de la herencia judeocristiana fue creado “a imagen y semejanza” de un creador y por eso merece ser tratado con dignidad. Sin embargo, el ateísmo y el agnosticismo no profesan ese dinamismo.
Con frecuencia, en el mundo moderno no se diferencia la persona de lo que hace, aunque los seres humanos hacen más cosas en su vida que trabajar, por lo que al omitir esto se quitan las facultades humanas. “En una sociedad en la que el trabajo es tan central, las personas dejan de ser personas”.
Ideas anticosificación
El libro propone tres ideas anticosificación, principios para recuperar la humanidad: reiterar la intención de la relación médico-paciente, hacer efectiva la escala de valores institucional y darle voz al paciente y escucharlo, “algo que es muy común en los hoteles, pero no en los hospitales”, comenta el investigador Ubaque.
Después de aplicar el instrumento y sacar conclusiones, se podrá llegar a un punto en el cual tanto el paciente como el médico encuentren escenarios en los que, gracias a las circunstancias, no se vean entre sí como meros trabajadores y enfermos.
Además permitirá diseñar estrategias para que la atención a los pacientes y el trato que reciben los médicos optimice el servicio de salud en cualquiera de sus centros de atención.
(Por: fin/SRB/MLA/LOF)N.° 649