Política & Sociedad
Incremento de accidentalidad se suma al "boom minero"
En el 2009 la accidentalidad minera aumentó más del doble en el país, lo que se relaciona con el auge del sector, pero también con descuidos y falta de prevención.
Bogotá D. C., 21 de julio de 2010 — Agencia de Noticias UN–La minería, además de ser una de las actividades más importantes en la economía colombiana, con una participación en el PIB cercana al 5,3%, es también uno de los campos de mayor riesgo laboral, por la alta accidentalidad que presenta y el número de muertes que puede ocasionar, como en el caso reciente de Amagá (Antioquia), cercano al centenar.
En lo que va del 2010, de acuerdo con datos del Instituto de Geología y Minería (Ingeominas), se han atendido 40 emergencias, que han dejado 112 muertos. Según Diego Lezcano, investigador de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional en Medellín, la minería está ubicada en las actividades de más alto riesgo, junto con la construcción. En este ámbito, aporta el 4,9% de la mortalidad laboral, como lo muestra un informe de la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda).
Este trabajo, realizado con base en datos de las Aseguradoras de Riesgos Profesionales (ARP), evidencia, además, un incremento de la accidentalidad minera en Colombia. Mientras entre el 2004 y el 2008 se presentaron entre 1.000 y 1.700 accidentes por año, para el 2009 la cifra ascendió a 5.520.
Si bien hay que aclarar que antes del 2009 no se incluían los datos del Seguro Social, el número de accidentes sí ha ascendido. La mortalidad por explotación de minas y canteras fue del 8.5% para el 2009. Entre el 2004 y el 2008, estuvo entre 2,2% y 3,8%. Es decir, casi se triplicó, de la mano del número de accidentes.
Seguridad minera
Los siniestros más frecuentes en la minería se presentan por depósitos de gas, caídas de techos, mal manejo de dispositivos eléctricos, descuidos como dejar un motor prendido, fumar, entre otros. Frente a ello, lo más importante, como señaló Tomás Charris, profesor de la Universidad Tecnológica de Sogamoso, es que los empresarios cumplan los reglamentos, que tengan los aparatos necesarios de ventilación (así sean costosos) y brinden capacitación al personal. “Por ejemplo, si todas las minas tuvieran un aparato para el control periódico del metano, se podrían evitar accidentes”, afirmó Charris.
Estudios de Ingeominas muestran que en el 2010 se han presentado 8 accidentes por explosión de metano, 14 por derrumbes, 11 por deficiencia de oxígeno, entre otros.
El problema fundamental de la accidentalidad minera, señaló Jorge Martín Molina, docente de la Facultad de Minas de la UN, radica en que hay poca planificación y seguridad industrial, pese a las normas que exigen el cumplimiento de medidas de precaución.
Vigilancia y control
El Instituto de Geología y Minería (Ingeominas) hace seguimiento y control a la actividad minera, por delegación del Ministerio de Minas y Energía. Mario Ballesteros, director general del Instituto, afirmó que ellos hacen visitas de fiscalización, y si encuentran algunas minas con dificultades, las cierran.
Colombia actualmente se encuentra en el llamado “boom minero”, en que la minería va tomando espacio frente a otros sectores como el agro. Por esta misma razón podría explicarse, según Fernando Ceballos, director de servicio minero de Ingeominas, el crecimiento de la accidentalidad.
De acuerdo con Ballesteros, se está ajustando la reglamentación minera con estándares internacionales y se va a reforzar la vigilancia. La idea es hacer visitas con mayor frecuencia para verificar las condiciones de seguridad, y que estas sean pagadas por los propietarios de las minas. De no ser así, se ordena el cierre de estos sitios.
Hay que aclarar, dijo Ceballos, que “el artículo 60 del Código de Minas establece la autonomía empresarial, lo que significa que el dueño de la mina es autónomo en el ejercicio de sus funciones mineras, y es quien debe dar cumplimiento a las normas que regulan la materia. En especial, al Decreto 1335 de 1987, que es el reglamento de seguridad minera”, aseguró.
De acuerdo con Ballesteros, varios de los accidentes son producto de la actividad ilegal, es decir, minas que no cuentan con el título minero. “La minería ilegal corresponde a los alcaldes municipales, quienes pueden cerrarlas y decomisar los minerales, de conformidad con el Artículo 306 del Código de Minas. Por tanto, cuando Ingeominas tiene conocimiento de minería ilegal, da traslado al Alcalde para que proceda de acuerdo con sus competencias”, explicó Ceballos.
El porcentaje de accidentes en minería legal es de 65%, como muestran datos de Ingeominas, mientras que por minería ilegal alcanza el 35%. Si bien es mayor la cifra en la actividad legal, por el alto número de minas que existen, la ilegal representa un porcentaje significativo.
(Por: Fin/mpt/csm/vbr)N.° 12