Desarrollo Rural
Identifican pulgones que "pican" al ají en el Valle
Dos especies de áfidos o pulgones afectan a estos cultivos en el departamento, que produce alrededor del 98 % del ají que se exporta desde Colombia.
Palmira, 07 de julio de 2020 — Agencia de Noticias UN-En el Valle del Cauca casi el 90 % del cultivo de ají tiene como fin la exportación. Foto: Helmuth Ceballos - Unimedios Palmira.


Para esta investigación se realizó muestreo en más de 50 hectáreas y más de 29 localidades. Foto: Helmuth Ceballos - Unimedios Palmira.


Myzus persicae, una de las dos especies de pulgón identificadas, presenta un color verde que no cambia. Foto: William Tálaga.


Así lo dio a conocer William Tálaga, estudiante de la Maestría en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira, quien asegura que este cultivo presenta problemas muy graves asociados con los virus que lo afectan.
Por esta razón, decidió enfocar parte de su tesis de grado en la identificación taxonómica (clasificación) y biológica de los áfidos, también conocidos como pulgones –de entre 1,02 y máximo 3 milímetros– que atacan a estos cultivos en el Valle del Cauca y les transmiten enfermedades.
Se trata de unos insectos succionadores de savia que introducen su aparato bucal –que es como un pitillo– en el tejido de la planta, especialmente en los brotes tiernos de hojas y flores.
Para los cultivos del Valle del Cauca se identificaron dos especies: Myzus persicae y Aphis gossypii. La primera presenta un color verde que nunca cambia, mientras que la segunda da policromías entre verde, amarillo y negro, entre otros. Este aporte evita que los agricultores y profesionales que trabajan en el campo las confundan con otros insectos, como estaba sucediendo.
Para lograr esta identificación, los investigadores recolectaron muestras de municipios como Zarzal, Toro, La Unión, Roldanillo, Trujillo, Yotoco, Tuluá, Bolívar, Dagua, Palmira, Candelaria y Yumbo, entre otros. En total muestrearon más de 50 hectáreas de ají en más de 29 localidades.
A estas muestras les aplicaron la identificación por sistemática y por biología molecular. En el primer método se pone al insecto en una placa para observarlo por microscopía, y el segundo se hace por una técnica llamada “código de barras del DNA”. La identificación molecular fue realizada por el profesor Nelson Toro y la estudiante Diana Duque, de la Universidad del Valle.
Por la rigurosidad de estas metodologías, el investigador Tálaga manifiesta que “tenemos la certeza de que solo esas dos especies están presentes en los cultivos de ají en el Valle del Cauca”.
En la investigación también participaron Yorley Lagos, estudiante de Ingeniería Agronómica; Clara Melo, estudiante del Doctorado en Agroecología, y la profesora María del Rosario Manzano, directora de la tesis.
Virus que transmiten
El problema de los pulgones no es el daño que producen con la succión, sino la transmisión de dos virus: Cucumovirus y Potyvirus, los cuales, según datos de la empresa Hugo Restrepo y Cía. SA –principal exportadora del Valle del Cauca en las variedades de ají de la región– podrían ocasionar una pérdida de hasta el 100 % cuando las plantas se infectan en los primeros 40 días. Por eso los cultivadores deben estar muy atentos a esta plaga.
Otra particularidad validada por los investigadores es que en los países con estaciones este insecto se reproduce por cópula entre macho y hembra, mientras en países tropicales como Colombia lo hacen por partenogénesis tipo telitoquia, que es como por clonación, en la que el óvulo de la hembra se fragmenta y de ese proceso salen sus crías.
Además, con este tipo de reproducción las crías salen en estado de ninfa, es decir que nacen ya con su forma de insecto y caminan, mientras que por cópula deben esperar a que los huevos eclosionen (se rompan) y pasen por todo el proceso de desarrollo.
Con esta característica reproductiva, la plaga del pulgón en Colombia se agrava, pues su población crece mucho más rápido.
La investigación se presenta como un avance muy importante para los cultivadores de ají, ya que es el primer paso para determinar cuál es la mejor técnica o estrategia para hacer el debido control en sus cultivos.
“Algo muy importante es determinar la especie, porque si no identifica el enemigo no se podrá utilizar la estrategia, la técnica o la táctica más adecuada para el control”, concluye el investigador Tálaga.
Los resultados de esta investigación fueron publicados recientemente en la revista Universitas Scientiarum, de la Universidad Javeriana de Bogotá.
(Por: fin/PAG/MLA/LOF)N.° 657