Desarrollo Rural
Guandul y vitabosa, promisorios para alimentar pollos
Las semillas de estas leguminosas serían una alternativa alimenticia económica para estos animales, aunque los granos se deben tratar térmicamente para que su uso sea seguro en las dietas avícolas.
Medellín, 05 de junio de 2017 — Agencia de Noticias UN-La razón por la que los granos se deben someter a calor –bien sea por cocción (calor húmedo) o tostado (calor seco)– es inactivar las sustancias presentes en estos granos que afectan la salud intestinal y la asimilación de los nutrientes cuando se consumen crudos. Algunas de dichas sustancias inhiben tripsina (enzima segregada por el páncreas), lectinas y hemaglutinina (proteínas), entre otras, por eso se trata de factores antinutricionales.
El objetivo del estudio, realizado por Martha Victoria Ruiz, zootecnista y estudiante de la Maestría en Ciencias Agrarias de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, fue evaluar las características químicas y nutricionales de los granos de guandul y vitabosa.
Para la investigación se emplearon 138 pollos de ocho días de nacidos, los cuales se sometieron a nueve dietas experimentales con granos de guandul y vitabosa crudos y cocidos en agua en ebullición (a 94 °C por 40 minutos) y en calor seco, o tostado en horno (a 110 °C por 30 minutos). Los investigadores señalaron que el estudio se condujo en un esquema completamente al azar.
La determinación de la calidad biológica de la proteína de un alimento tiene como finalidad establecer la relación entre el consumo de proteína y los cambios que esta induce. Se basa en estimar indicadores mediante pruebas biológicas en animales sometidos a dietas que incluyen los granos estudiados y que miden cambios en el peso corporal de los animales. Algunos de los indicadores son la Razón Neta de Proteína (NPR, por sus siglas en inglés) y Razón de Eficiencia Proteica (PER, por sus siglas en inglés).
Esa última, superior a 2, describe una proteína de buena calidad según la investigadora Ruiz, quien pone como ejemplo la caseína (proteína de la leche), que tiene un indicador de 2,50.
Los resultados sugieren que las condiciones para el tratamiento térmico con calor húmedo (cocción) fueron suficientes para mejorar el valor nutritivo del guandul, pero no para los granos de vitabosa, que reflejaron valores negativos o cercanos a cero para los parámetros PER y NPR, dado que las condiciones propuestas para el tostado no incrementaron el valor nutritivo.
Aunque se podría pensar que estos resultados negativos no son importantes, la investigadora Ruiz desmiente esta afirmación comentando que “es un primer avance, porque antes no se sabía nada”. Hoy podemos decir que el tiempo y la temperatura usados en este estudio no son los adecuados, subrayó.
En Colombia no se ha estudiado la calidad biológica de la proteína de los granos de guandul y vitabosa usando como modelo animal el pollo de engorde; en India sí se ha hecho, pero con ratones.
Tratamiento adecuado
Teniendo en cuenta esta primera aproximación, la investigadora Ruiz sugiere que se debe seguir profundizando en procesos tecnológicos que permitan calibrar el tiempo y la temperatura óptima para tratar adecuadamente los granos de modo que sea seguro usarlos en nutrición, especialmente en esquemas de producción animal no industrializados, ya que ancestralmente estas semillas están ligadas a las comunidades campesinas.
La industria de alimentos balanceados para animales utiliza grandes volúmenes de soya, otra leguminosa, tanto en grano entero como en un subproducto de la extracción de su aceite, conocido como torta. A pesar de ser costosa e importada, es la base de formulación de dietas para cerdos y pollos. Para Ruiz, aunque el guandul y la vitabosa “son granos prometedores”, no son considerados por las grandes fábricas, porque aún falta implementar desarrollos tecnológicos adecuados para su uso seguro en nutrición animal y una producción masiva que garantice disponibilidad y permanencia de oferta de grano en el mercado.
El guandul y la vitabosa, además de ofrecer semillas que presentan elevados contenidos de proteína (su principal atributo), también son una excelente alternativa agronómica ya que son un cultivo rustico y de cobertura que ayuda a controlar la erosión. Además de adaptarse a diferentes tipos de suelo, le aportan nitrógeno.
La vitabosa también se puede emplear como forraje para alimentar herbívoros, y en menor medida aves y cerdos. Con el adecuado tratamiento térmico a estas semillas, los campesinos tendrían la posibilidad de aprovechar el alimento producido en sus parcelas para alimentar sus animales sin arriesgar su salud y desempeño.
(Por: Fin/KAGG/MLA/LOF)N.° 887