Ciencia & Tecnología
Once años de la máquina que produjo fullerenos en la UN
De manera visionaria, profesores de la Universidad Nacional trabajaron para crear una máquina que produjera los fullerenos, estas moléculas huecas que abrieron el camino a la nanotecnología.
Bogotá D. C., 05 de enero de 2012 — Agencia de Noticias UN–En 1999, al profesor de la UN de Colombia, Richard Hasse –Físico Teórico de origen neozelandés, que trabajaba en el Centro Internacional de Física (CIF)–, se le ocurrió construir una máquina de producción de estas moléculas; por eso, recurrió al profesor asociado de Física de esa época, Gustavo Holguín, quien se encargó de armar el aparato.
“Hasse, quien era teórico totalmente, me dijo que porque no intentaba crear los fullerenos. Era un proyecto traído de los cabellos. Comencé a trabajar, en un principio, con muchachos de pregrado, e hicimos la cámara”, recordó Holguín a la Agencia de Noticias UN. Se trata de la Cámara de producción de fullerenos por descarga de arco, máquina cuya elaboración no tenía precedentes en el país.
“Con la profesora María Cristina Baquero, del Departamento de Química, y con el Grupo de Carbones y Combustibles, comenzamos a trabajar. También colaboraron personas de Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, porque esto necesitaba un soporte teórico muy bueno. La máquina tiene piezas alemanas y norteamericanas. La construcción fue basada en un equipo más o menos similar al de los que descubrieron esto; es decir, en un sistema de descarga de alta corriente entre dos electrodos de grafito donde se producen temperaturas de 3.000° C, y se evapora el grafito. Las capas de grafito a estas temperaturas se van doblando hasta formar los fullerenos”, explicó el profesor de Física.
Aunque para 1999, ya algunas empresas a nivel mundial producían los fullerenos, la idea de este experimento era crear esa molécula en Colombia. “Con la profesora Baquero comenzamos a variar las condiciones para lograr una mayor cantidad de producto y luego adaptamos la máquina para fabricar nanotubos”, narró el docente.
La cámara cumplió con su objetivo experimental y de investigación, tanto para los estudiantes como para los docentes del Departamento de Física y Química de la Universidad Nacional, quienes han aprovechado al máximo el reactor existente, en la creación de diversas formas de nanotubos y fullerenos. En la actualidad, la máquina se encuentra en mantenimiento, con el fin de buscar su automatización para mejorar la calidad de las moléculas fabricadas allí.
En 1999, cuando se crearon los primeros fullerenos con esta máquina ensamblada en Colombia –proceso que duró un año desde que el profesor Hasse tuvo la idea–, el hecho pasó desapercibido en los medios de comunicación del país; nadie vio la importancia de esta experiencia que, de alguna manera, nos ponía en ese momento a la par con países industrializados.
Estas moléculas constituyen la tercera forma alotrópica del carbono, además del diamante y el grafito. Un fullereno C60, que es hueco por dentro, está constituido por 20 hexágonos y 12 pentágonos, es 94% esférico y se podría comparar con la envoltura de una pelota de fútbol.
Hoy en día, cerca de 800 productos basados en esta tecnología ya se comercializan en Internet, lo que sin duda convierte a la nanotecnología en la próxima revolución industrial. Hoy se aplica principalmente en la electrónica y los computadores, entre otros dispositivos, que trabajan con transistores que se están haciendo a una escala por debajo de los 100 nanómetros (un nano=10-9 metros).
Su uso se ha masificado tanto que mientras, en 1995, un gramo de fullereno costaba 1.500 dólares, hoy cuesta 30 dólares. En la actualidad hay empresas que los producen por kilos, incluso por toneladas.
(Por: Fin/hes/feb/sup)N.° 103