Artes & Culturas
"Etelvina era una maestra del bullerengue", Alé Kumá
Ante el reciente homenaje brindado por esta agrupación a Maldonado en la Universidad Nacional, los artistas elogian una vez más a su desaparecida musa.
Bogotá D. C., 04 de junio de 2010 — Agencia de Noticias UN–1935 fue el año que vio nacer a Etelvina. El lugar: Santa Ana, Bolívar, isla de Barú. La artista murió en enero del 2010 a los 75 años de edad.
Criada en medio de los cantos del bullerengue, su voz se dio a conocer por primera vez en el álbum antológico Cantaoras de la agrupación Alé Kumá, en el 2002. Más adelante, en el 2006, grabó su primer disco como solista: Canto y repique de tambor. Su calidad interpretativa, bagaje y conexión con la tradición han hecho que sea considerada por muchos entendidos como una de la más brillantes intérpretes de los bailes cantados en la historia de la música del Caribe colombiano.
La agrupación Alé Kumá se conformó en el 2002 con el propósito de poner en comunión las costas Caribe y Pacífica colombianas, y a su vez que los músicos tradicionales y los de formación académica, interesados en el folclor, trabajaran en un lenguaje común.
Leonardo Gómez, director de esta agrupación, y Nidia Góngora, Martina Camargo y Lina Babilonia, tres de las cantadoras más importantes del país, hablaron con la Agencia de Noticias UN sobre este desaparecido ícono del folclor colombiano.
Nidia Góngora: ¡Cantar para Etelvina!
“Cantar las canciones de Etelvina es un orgullo grandísimo. Para ella todos mis respetos, pues le tenía una estima muy grande por ser una de las más grandes cantadoras tradicionales”.
Lina Babilonia: Etelvina como representante del Caribe
“El mayor homenaje para una gran cantadora como Etelvina es interpretar sus canciones, no olvidarlas jamás. Ella fue una maestra de todas las cantadoras que estamos en el mundo cultural y también una maestra en humildad y sabiduría, que conservaba las características propias del Caribe colombiano”.
Leonardo Gómez y la llegada de Etelvina a Alé Kumá
“La llegada de Etelvina a mi agrupación fue muy emotiva. En ese entonces ella no era reconocida a nivel nacional, pero en las pequeñas localidades bullerengueras y en los festivales era una de las cantadoras más respetadas, principalmente entre las grandes maestras. Me enteré de ella por grabaciones documentales, luego hicimos una cita para escucharla en vivo y así varias de sus canciones quedaron plasmadas en el álbum Cantaoras 2002”.
Martina Camargo y el amor por el bullerengue
“El bullerengue es una tradición que se lleva en la sangre, un sentimiento del corazón, una herencia de los abuelos y padres que transmiten la cultura del canto, el baile y la tambora. Los nuestros no son cantos aprendidos en conservatorios sino de las raíces de la oralidad”.
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