Salud
Estrés y familia inciden en riesgo coronario en mujeres
Anteponer otras actividades antes que su propia salud es el principal factor que puede provocar en amas de casa sintomatología asociada a una enfermedad coronaria, revela estudio realizado con madres del Quindío.
Bogotá D. C., 12 de marzo de 2014 — Agencia de Noticias UN-Según los resultados, la mujer en esta región cafetera cumple varios papeles a la vez: es la abuela que cuida a los nietos, es quien trabaja en la finca y cultiva el café y, además, es madre cabeza de familia.
La mayoría de ellas se caracteriza por no visitar al médico, así presente dolores o malestares fuertes.
“Sí, a mí me dio el dolor, y yo sabía que eso era algo raro, pero ¿cómo iba a dejar a mis hijos sin almuerzo?”, es una de las expresiones más comunes en las mujeres que no asisten al médico de inmediato, sino que le dan prioridad a sus quehaceres diarios y a la atención de su familia.
“Yo, ¿cómo le voy a decir a mi esposo?, no ve que él se preocupa; ¿cómo le voy a decir a mi hija?, si mi hija trabaja y ¿quién cuida el niño? mejor me quedo callada”, son otras de las disculpas que encuentran las madres.
Esa actitud cambia cuando se les habla de la posibilidad de la aparición de cáncer de cualquier tipo, ahí acuden con más rapidez a los centros médicos. Pero si se trata de problemas relacionados con el corazón, no lo hacen con la misma urgencia.
“El problema es que la enfermedad puede avanzar hasta convertirse en una angina o en un evento coronario”, afirma Yamile Ochoa, magíster en enfermería de la Universidad Nacional de Colombia y encargada de la investigación.
Para Ochoa hay un componente amplio de depresión en la gran mayoría de estas mujeres, hay relatos donde ellas hablan de la falta de amor, más el estrés de criar a los hijos o a los nietos.
“Ese componente de desamor se va gestando y va originando una cantidad de sustancias vasoconstrictoras que ayudan a que la enfermedad se produzca. Por eso, es muy importante para ella sentirse, no tanto útil, sino amada”.
En otras circunstancias, la familia se convierte en el factor de estrés que detona la enfermedad. Esto ocurre cuando hay relaciones hostiles, de disgusto y de múltiples obligaciones en una sola persona.
Cuando el ama de casa se enferma, la familia no tiene las herramientas para cuidarla, “mi mamá se enfermó y ahora cómo la cuido, yo tengo que seguir trabajando”. De esta forma, ella nunca siente apoyo afectivo sólido y se puede transformar en una carga.
En otros casos, la familia la empieza a limitar y no la deja hacer nada: ni barrer ni recoger café. Así, las mamás empiezan a sentirse disminuidas con una sensación de vulnerabilidad absoluta.
Otro hallazgo importante es la forma como ellas afrontan las señales de alerta, pues describen lo que sienten como una sensación rara, pero no la califican como dolor, contrario a lo que sucede con los hombres.
“La mujer expresa de forma totalmente diferente el síndrome coronario agudo, comparado con lo que se ha escrito por años en la literatura. Por lo tanto tenemos que aprender a escuchar lo que ellas relatan”, advierte Ochoa.
La diabetes, la hipertensión, el colesterol, el estrés y el sedentarismo son factores de riesgo que difícilmente ellas van a reconocer junto con los componentes emocionales que son muy importantes.
Hay que tener en cuenta que en Colombia las enfermedades coronarias son la primera causa de muerte en la mujer, en el 2011 se presentaron 12.962 casos.
En el caso del Quindío, esta tasa ha ido subiendo: mientras en el 2008 murieron 122 mujeres mayores de 40 años, en el 2010 fueron 185 mujeres y en el 2012, 241.
(Por: Fin/HESP/CAPG/AC)N.° 326