Educación
Especialista explica esencia de la musicoterapia
Gabriela Wagner, futura directora del Programa de Musicoterapia de la Universidad del Salvador (Buenos Aires), habló sobre la pasión que mueve su vida: la terapia a través de la música.
Bogotá D. C., 28 de diciembre de 2010 — Agencia de Noticias UN-La musicoterapia es un espacio que ofrece experiencias corporales-sonoro-musicales cuya interacción se da en función de objetivos terapéuticos.
La académica, que vino a Colombia gracias a la Maestría en Musicoterapia de la Universidad Nacional de Colombia, indicó que el objetivo de los profesionales que trabajan en esta materia es ofrecer una intervención para ayudar en la recuperación de la creatividad y de las posibilidades de reorganizar funciones neurológicas en diversos pacientes.
Los musicoterapeutas trabajan con la voz cantada, hablada, con las posibilidades armónicas de instrumentos musicales como la guitarra, o posibilidades melódicas de otros como la flauta traversa o las posibilidades rítmicas de elementos de percusión. A través de esta amplia gama de opciones tanto a nivel receptivo como expresivo, el profesional intenta influenciar posibilidades del cerebro humano con el fin de tratar o palear los efectos de algunas enfermedades.
Wagner destaca el mal de Parkinson y asegura que está demostrado que la música es un organizador externo de las posibilidades de movimiento y de las respuesta motriz de los pacientes; rescata también problemas como el deterioro del sistema nervioso central y los pacientes psiquiátricos en todas las edades.
Por ejemplo, dice Wagner, para una persona que sufra de Alzheimer, el tratamiento consiste inicialmente en conocer la historia sonoro musical del paciente y sus gustos para luego tratar la potencialidad musical del mismo.
Pero ¿cómo es una sesión de musicoterapia? “En éstas se trata de usar la música como camino de comunicación: se ve entonces la gente haciendo música, evocando canciones, interpretando instrumentos, improvisando y un punto muy importante, es la sonorización de situaciones conflictivas de sus vidas”, dice la experta.
Sonorizar situaciones problemáticas propias de la vida de una persona por parte de ella misma, le sirve al musicoterapeuta para conocer un poco más a su paciente. De esta forma, el especialista le ofrece un grupo de instrumentos y le pide sonorizar el ambiente de una determinada edad o momento vivido. Una vez se conocen los problemas principales del paciente, el especialista diseña un tratamiento en función de las necesidades detectadas.
“Una de mis pacientes de alrededor de 80 años sufría la enfermedad de Pick, (deterioro progresivo del sistema nervioso central): había olvidado cómo tocar su piano que tanto amaba, no controlaba esfínteres, su cara había perdido expresividad y se aislaba cada vez más de sus familiares. Después de algunos meses de tratamiento fue increíble cuando ella recordó cómo tocar nuevamente el piano y cómo, poco a poco, recuperó algunas de sus habilidades comunicativas”, confiesa Wagner.
Para enseñar musicoterapia se necesita un manejo del lenguaje musical; pero para recibir tratamiento no es necesario contar con esta formación.
(Por: Fin/lmp/feb)N.° 652