Desarrollo Rural
Escuelas de Campo dan frutos en Cauca y Valle
La Escuela de Campo con Agricultores (ECAS) es una metodología de educación no formal que avanza con productores de frutas.
Palmira, 16 de septiembre de 2015 — Agencia de Noticias UN-Ahora también se busca que 22 agricultores cacaoteros de Florida y Candelaria (Valle del Cauca) potencien su producción. “Aunque la propuesta está en trámite con las entidades públicas municipales, se resaltan los avances logrados en las ECAS de piña adelantadas en Santander de Quilichao y en Padilla, Cauca, con el cultivo de guayaba”, expresó Héctor Fabio Ramos Rodríguez, profesor de la Universidad Nacional Sede Palmira.
Igualmente, se han realizado acompañamientos técnicos a productores de cultivos de mora y lulo en Ginebra y Tuluá (Valle del Cauca). “Hace unos cinco años la estrategia fue implementada por la Asociación Hortofrutícola de Colombia (Asohofrucol), nosotros realizamos algunos acompañamientos en análisis de suelos y solución a algunos problemas sanitarios”, agregó el docente.
Las ECAS son servicios de extensión rural desarrollados en la finca directamente con el productor. “No se usa videobeam ni computador. Todo es trabajo directo en el campo y se busca la participación del productor y su familia”, manifestó Pedro Zapata, ingeniero agrónomo especialista en Frutales Tropicales, egresado de la U.N. Sede Palmira.
Estas escuelas buscan elevar la productividad y rentabilidad del agricultor y su familia, al abordar temas relacionados con el fortalecimiento de aspectos técnicos, comerciales, ambientales y culturales.
La metodología de trabajo fue desarrollada inicialmente por “la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y luego por el ICA de Colombia”, afirmó el investigador.
Las actividades en las ECAS comienzan con una “prueba de caja” en la que se les hacen cinco preguntas a los agricultores y facilitadores (técnicos extensionistas) sobre sus conocimientos en el tema del cacao, por ejemplo.
Después de evaluar los resultados se hace un taller con base en los datos obtenidos. Posteriormente, se organiza un almuerzo en el cual cada uno de los participantes aporta ingredientes para su preparación en grupo. “El almuerzo de trabajo es una parte muy importante de la jornada de la ECAS, porque facilita procesos solidarios y la creación de lazos amistosos entre los asistentes”, expresa el profesor Héctor Ramos.
Al finalizar el almuerzo, se abordan temas de emprendimiento y asociatividad, y se continúa en una plenaria con ponencias de los grupos participantes en la Escuela.
Luego se establecen los compromisos en torno a nuevas reuniones y temas para abordar en próximas oportunidades. Finalmente, se hace el cierre (resumen) del evento y el registro de asistencia, al tiempo que se acuerdan los alimentos para el almuerzo de la próxima jornada.
(Por: Fin/HA/dmh/CA)N.° 251