Salud
El cuidado, eje esencial del bienestar
Llegar más allá de lo que se conoce como enfermería dentro de los ámbitos hospitalarios, no solo en trabajo comunitario sino con las familias, e incluso en términos de formulación, implementación y evaluación de política pública es el reto para incidir de manera efectiva en el Sistema Integral de Cuidado propuesto por la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Bogotá D. C., 23 de septiembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-Así lo sostiene Yaira Pardo Mora, enfermera y doctora en Enfermería, del “Centro del cuidado, eje esencial y ético de las políticas de bienestar, equidad y calidad de vida” de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
Al referirse a la enfermería como la profesión del cuidado por excelencia, en un contexto que reafirma su papel esencial en la sociedad, en el encuentro “Cuida-danías y enfermería: aportes a una política sistema de cuidado” la experta replanteó los caminos para su evolución y reivindicación como profesión al servicio individual y colectivo.
El evento abordó el Sistema Integral de Cuidado que se encuentra en fase exploratoria para su implementación en Bogotá en una política distrital sin precedentes regionales que busca aportar al enfoque de género político de la administración.
Desde la enfermería, este sistema concibe el cuidado como una vivencia, una práctica plural, universal, que debe llegar como un derecho a las personas, familias y comunidades, con el fin de lograr prácticas de vida saludable, generar bienestar y calidad de vida en la sociedad.
De manera consensuada, para las participantes la “cuidadanía” es un concepto fundamentado en la vulnerabilidad y susceptibilidad del ser humano y el cuidado, sostenido en la empatía y reconocido en que las personas se cuidan entre sí y que no es posible sobrevivir sin el otro. Esta mirada se debe involucrar entre las ciudadanías que discuten el Plan Distrital de Desarrollo.
“El cuidado no solo es una preparación técnica, por lo que para ser idóneo se deben afinar habilidades mentales sociales”, afirma Maritza Barroso, del Grupo de Enfermería, Género y Políticas Públicas.
En este sentido, la regularización de la práctica del cuidado desde una perspectiva política y no académica, debe tener en cuenta discusiones teórico-prácticas como las propuestas comunitarias de emprendimiento y tejido social para el cuidado.
Igualdad de oportunidades
Si bien la política distrital es un gran paso para apoyar a mujeres en igualdad de oportunidades mediante la redistribución del trabajo no remunerado con los hombres, entre otros aspectos, se “requieren de sistemas análogos, pues hoy las mujeres prestan estos servicios aislados, invisibilizados y no remunerados; si se deja solo en agentes económicos es mantener la misma lógica”, agrega la enfermera Nieto.
Otras discusiones que abre este programa es la formación de cuidadores para los hogares, tarea que se asume con amor y preocupación por sus familiares, pero, aun así, ignora que no todos los hogares cuentan con la infraestructura idónea para asumir la complejidad de los requisitos del cuidado propiamente dicho.
“Debe haber una postura política y no solo disciplinar para rechazar la carga que se está haciendo sobre las familias, pues se requiere apoyo social para atender a un paciente en casa o formar a los familiares cuidadores”, agrega la profesora Barroso.
Deudas con la enfermería
Aunque es un gran paso hacia la educación colectiva, el sistema de salud y laboral aún tiene deudas y retos, pues la enfermería constituye el grueso de los profesionales y técnicos en salud.
“Las condiciones laborales y de desarrollo profesional muestran un panorama precario, de inestabilidad y sobrecarga laboral, desconocimiento de otros pares y profesionales, carencia de normativas y escasez de personal de enfermería”, explica la profesora Claudia Velásquez, del Consejo Técnico Nacional de Enfermería, quien representará al gremio ante el equipo del Sistema Distrital de Cuidado.
Además todavía hay retos en autonomía y liderazgo del sector de enfermería; disminución o ausencia de puestos de dirección en instancias institucionales; baja influencia en la toma de decisiones y la organización; carga social y cultural y escasa participación política como gremio.
Como cierre del evento la profesora Katya Corredor, del Departamento de Enfermería, mencionó la necesidad de reconocer los procesos históricos que permiten la construcción de ciudadanía, no solo desde el conocimiento científico sino desde procesos artísticos.
El conversatorio también contó con la participación de Edilma Suárez, de la Universidad Javeriana, y de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (ANEC) Seccional Cundinamarca y las profesoras de la Facultad de Enfermería, Luz Patricia Díaz, Olivia Chaparro y Sonia Carreño.
(Por: fin/LMCJ/MLA/LOF)N.° 992