Economía & Organizaciones
Economía vallecaucana crece 3,8% pese al descenso industrial nacional
Según el DANE, el año 2012 fue bueno para el incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región. Experto de la U.N. asegura que el agro y la industria impulsaron ese indicador.
Palmira, 23 de octubre de 2013 — Agencia de Noticias UN-Durante el año pasado, el PIB del departamento del Valle del Cauca aumentó 3,8 %, una cifra mayor a la esperada, pues algunos analistas proyectaban que los efectos de la crisis económica en Europa y Estados Unidos se iba a sentir con más fuerza en esta región, ya que esos mercados son importantes para esta zona.
En la vigencia anterior, el balance del Valle fue positivo. La economía se ubicó 0,4 puntos porcentuales por debajo del PIB de Colombia que cerró el 2012 en 4,2%, pero tuvo mejor comportamiento que Antioquia, el departamento más grande del país. Esa región creció 3,1%.
Fanor Lozano, economista y docente de la U.N. en Palmira, asegura que el hecho de que la industria haya crecido un 3% es un indicador muy importante de la dinámica de la industria vallecaucana, porque en los últimos meses, tanto el agro como la industria, han crecido en términos de su participación y aporte al PIB en forma negativa.
“Este indicador es halagador y puede originarse en que este es un departamento de fuertes bases competitivas respecto al resto de los departamentos del país, incluido Cundinamarca y Antioquia. El crecimiento del PIB del Valle del Cauca tiene una característica importante y es que el aporte mayor, principalmente, lo dan factores que provienen de su fortaleza: infraestructura y desarrollo tecnológico industrial”, asegura al experto.
Esto quiere decir que de los sectores industriales que más desarrollo tecnológico tienen en el país están en el Valle del Cauca, lo que implica que ese sector tenga buenas ventajas competitivas respecto a los demás sectores.
No obstante, algunas empresas multinacionales como Bayer y Michelín han decidido cerrar sus puertas en este departamento, lo que para el profesor no significa una pérdida de competitividad, sino que responde a un comportamiento originado en la economía nacional.
“El desarrollo tecnológico de la industria es una fortaleza nuestra en relación con la competitividad; sin embargo, la pérdida de competitividad no es un fenómeno exclusivo del Valle del Cauca, pues el Gobierno confirmó el momento difícil que vive la industria colombiana al informar que en agosto pasado la producción retrocedió 3,2%”, asevera Lozano.
La reducción fue mayor a la reportada en el mismo mes del año 2012, cuando había caído 2,6%. Durante ese período, 33 de los 48 subsectores industriales registraron disminución en su producción.
El DANE señaló que el grupo de vehículos fue el que más se contrajo (28,9%). Le siguieron: metales preciosos y no ferrosos (-28,5%), hierro y acero (-18,8%), molinería y almidones (-8,3%), productos de plástico (-7,8%) y minerales no metálicos (-5,3%).
Al respecto, el profesor Lozano precisa que los esfuerzos que se hacen en la industria colombiana en materia de competitividad, evidentemente son contrarrestados en forma ostensible por el fenómeno revaluacionista.
“Este es un fenómeno agresivo que destruye el aparato productivo nacional y estos están sintiendo los bienes industriales y transables, igualmente el sector agrícola. Podemos estar hablando de una desindustrialización y una ´desagricolización´ como un fenómeno de mediano y largo plazo, precisamente porque no todo el sector industrial es homogéneo. Entonces, aquellas que puedan afrontar la revaluación y el libre comercio se modernizan y continúan, pero las que no pueden se rezagan y fracasan”, afirma Lozano.
Es fundamental que las agencias que promueven el desarrollo y el crecimiento de las economías, como el Consejo Regional de Política Económica y Social (CORPES), sean un apoyo fundamental al desarrollo de estas fortalezas competitivas.
“Si no hay un matrimonio entre el sector público y el sector privado, muy difícilmente el Valle del Cauca se va a fortalecer en el tema de competitividad. Eso implica que el Gobierno departamental y el de las municipalidades deban sentarse en la mesa dentro de una estrategia de política económica de desarrollo regional y tratar los lineamientos para fortalecer, en conjunto con el sector privado, los factores de competitividad”, dice el docente.
Por ello, la educación juega un papel determinante en el crecimiento y desarrollo de cualquier economía. La educación a nivel superior y el impulso al desarrollo científico-tecnológico, porque es a partir de allí que se puede obtener el profesional que queremos para la adaptación del desarrollo tecnológico a las necesidades de la empresa vallecaucana.
(Por: Fin/JCR/CAPG/jcrf)N.° 418