Economía & Organizaciones
Economía colaborativa ayudaría a paliar la crisis
Desde un taladro hasta un celular, los bienes de consumo tienen un costo de oportunidad cuando se empiezan a prestar o alquilar por medio de esta vieja modalidad de transacción, que antes se realizaba con vecinos, amigos o conocidos.
Bogotá D. C., 17 de septiembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-Bienes disponibles en el hogar podrían aportar un ingreso adicional para el propietario. Fotos: Unimedios.


El dinero se obtiene para cambiarlo por un bien o servicio, es un sistema de reemplazo que se puede ampliar.


“Generalmente se hacen transacciones con bienes de capital –recibir dinero por la venta de un objeto– antes que los bienes de consumo; sin embargo, la oportunidad se potencia al alquilar o prestar este bien”, afirma Libardo Steven Acosta Benítez, administrador de empresas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Palmira.
Por ejemplo, un taladro tiene un alto costo a la hora de adquirirlo, pero solo se llega a usar entre 15 y 30 minutos durante toda su vida útil; sin embargo, a través de redes o consumo colaborativo, este puede retornar a su dueño parte del valor de la transacción inicial.
Esto porque, a través de un bien que no se necesita diaria o constantemente, se puede recibir dinero, señala el investigador quien menciona como otro ejemplo el carro, que actualmente se aprovecha para generar ingresos o disminuir el precio en transporte. Si el destino es el lugar de trabajo, se transportan más personas en el recorrido y se disminuye el valor de este; o si el carro queda libre durante 6 horas, se presta, y se generan ingreso para el dueño y el conductor alterno.
El consumo colaborativo aprovecha la tecnología pues da la posibilidad de reducir el desconocimiento a la hora de realizar una transacción; de esta manera, al intercambiar un servicio primero se analiza quién es la otra persona por medio de un perfil de ventas, calificaciones, opiniones o experiencias.
“La tecnología genera tanta información que a la vez produce confianza, así que las personas deben comportarse de mejor manera en esta transacción”, agrega el administrador Acosta.
Aunque ya se ha visto con plataformas hoy consolidadas en todo el mundo, donde un bien –consumo colaborativo que se basa en la confianza– permite que se institucionalice medianamente y que dé beneficio a los involucrados.
Esta modalidad ha evolucionado, y además de ser colaborativa y reducir costos, ha pasado a generar impactos en la economía, por lo que se discute si se le da luz verde a este tipo de plataformas.
No obstante, la principal y casi única falencia es que más allá de las redes de colaboración hay un tercero que se beneficia de esta actividad e intercambio, lo que se debería regular.
“Se tergiversa cuando pasa de ser un sistema netamente colaborativo a uno mixto o económico”, afirma el administrador Acosta.
Mayor circulación monetaria
El consumo colaborativo, una forma de transacción económica que siempre ha existido, empezó a desarrollarse en mayor medida después de la crisis económica de 2008.
Antes la compra de un carro beneficiaba al fabricante y al concesionario, o si son carros de transporte, taxi o bus, al conductor, sin identificar que tiene un costo de oportunidad. Pero, para impulsar el flujo de caja, se empezaron a buscar estrategias para tener recursos y a usar estas plataformas al obtener beneficio de un bien en desuso.
Esto produce mayor circulación monetaria en un tiempo de recesión económica y al haber más flujo de capital financiero hay mayor beneficio económico.
“Nos encontramos en deflación y por eso incluso ahora se está planteando emitir más dinero, ya que cuando hay más dinero y no hay circulación monetaria, hay menos inflación”, explica el administrador Acosta.
Para llegar a estas conclusiones se realizó una documentación bibliográfica que incluyó la revisión de historia, autores actuales y otros antiguos y olvidados.
“Inicialmente se buscó relacionarlo con la economía actual, la institucionalización y la relevancia que se le da a esta nueva economía y cómo afecta individualmente a las personas para que se trabaje de una forma más armoniosa”.
Este modo permite que no se toque la economía desde la institución y que a partir de acciones individuales se aporte un beneficio social mayor, porque las personas empiezan a pensar en que “debo portarme bien” para seguir recibiendo un beneficio adicional.
(Por: fin/LMCJ/MLA/LOF)N.° 967