Economía & Organizaciones
Diseño, instrumento para crear experiencias de consumo
Así lo indicó Germán Espinoza, director de la Escuela de Diseño de la Universidad Mayor de Chile, en el marco de la conferencia “Diseño como herramienta de competitividad", dictada en la UN.
Bogotá D. C., 13 de agosto de 2012 — Agencia de Noticias UN-Señaló, en efecto, que las compañías van tras eso: además de desarrollar productos, su idea es venderlos. Y para que los diseños tengan éxito deben ser competitivos, no solo por el hecho de ser más atractivos, sino por tener un mejor precio, una mejor calidad y elaborarse en un tiempo justo.
Pero no solo eso. La idea es que entreguen sensaciones a los clientes, sensaciones de calidad, de buenas utilidades y buenos desarrollos. Se refiere al hecho de agregarles valor. En palabras de Espinoza: “crear nuevas formas y experiencias de consumo, entregar nuevas ofertas a los clientes, mejorar los colores o la belleza del producto”.
Asimismo, indicó que el diseño tiene que saber relacionarse con los negocios. Pues el objetivo de la compañía siempre va a ser aumentar su valor patrimonial. “Para que sea competitivo debe estar en ese segmento y tener la capacidad de relacionarse con esa compañía, entregándole soluciones para el mercado”, expresó.
Por eso, insistió en que en el mundo actual el diseñador debe poseer un sentido global y entender que los países y las economías difieren. Pues existe una forma nueva de hacer negocios: de manera universal, es decir, las compañías buscan que sus productos se vendan en todo el mundo.
“El mecanismo se puede hacer porque cuenta con sistemas electrónicos de venta que lo permiten. Ya no es como en el proceso artesanal antiguo, donde el diseñador estaba más vinculado a una oficina. Hoy en día se requieren otros conocimientos: de mercado, de ingeniería, de saber cómo se hace un producto factible y viable, que son dos cosas distintas. El primero indica cómo hacerlo. El segundo, cómo venderlo”, destacó.
Pero agregó que hay otro punto importante, y es la experiencia de los usuarios. De este modo, el diseñador debe crear con un foco mucho más transversal y amplio, casi a 360 grados.
La copia
Espinoza se refirió a la copia como un acto que, en sí solo, no es negativo. Sin embargo, anotó que hay que tener claro que no se puede subsistir toda la vida copiando.
“El mundo es mucho más dinámico ahora, y las compañías duran menos. En ese sentido, la copia puede ser buena para un proceso inicial”, sostuvo.
Lo cierto es que en este siglo se habla de la era del conocimiento, de la innovación. Es decir, quien tenga el conocimiento va a liderar los procesos, y para eso es importante desarrollar.
“No hay una empresa que copiando sea un ejemplo a nivel mundial. La copia puede servir como un punto de partida, pero también hay que saber hacerlo. La innovación, en general, es lo que cambia a los países”, aseguró.
Finalmente, dijo que la creación impulsa la cadena de valor con el fin de que el diseño se involucre con todos los aspectos de un proceso. En otras palabras, buena relación con los proveedores, proceso de fabricación, venta y posventa. “El diseño tiene que saber dar respuesta a este proceso de producción de la cadena de valor”, puntualizó.
(Por: Fin/fga/clc/fgd)N.° 8