Economía & Organizaciones
De cada diez Mipymes, siete mueren durante el primer año
A pesar de que en Colombia el 96,4% de las empresas son micro, pequeñas y medianas, las políticas actuales de financiación, comercio, innovación y formalización contribuyen con este magnicidio económico.
Palmira, 30 de julio de 2013 — Agencia de Noticias UN-Según la Encuesta Anual Manufacturera, el peso de las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) en el panorama colombiano es fundamental: representan el 96,4% de la industria del país, cerca del 63% del empleo, el 45% de la producción manufacturera, el 40% de los salarios y el 37% del valor agregado. En total, son 650.000 empresarios los que contribuyen al sistema de seguridad social.
Sin embargo, siete de cada diez mueren durante sus primeros años de existencia. Un estudio de la Facultad de Ingeniería y Administración de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira evidencia que, si existieran políticas públicas eficientes, buena parte de dichas Mipymes no cerraría.
La investigación, que usó indicadores de hasta el 30 de abril pasado, se encargó de identificar, caracterizar y analizar las actuales políticas públicas, para lo cual se remitió a fuentes oficiales (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo; Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio; Departamento Administrativo Nacional de Estadística, entre otras).
La profesora Alexandra Eugenia Arellano, doctora en Ingeniería de Producción de la Universidad de São Paulo y directora del estudio, dice que las políticas no han suplido las necesidades reales y que el problema no es su ausencia, sino su deficiencia.
“Luego del análisis encontramos muchos problemas en su funcionamiento. El primer factor limitante es el acceso a la información de los microempresarios. La poca que existe se encuentra en plataformas virtuales complejas que les causan dificultades, pues la mayor parte de ellos no tiene formación en tecnologías”, sostiene.
Además, indica, en aspectos cruciales (que van desde el acceso a créditos, la formalización y el comercio exterior hasta la innovación y el sostenimiento), las políticas tienen grandes falencias.
Financiación y formalización
El estudio muestra que las Mipymes no usan los sistemas de crédito que les ofrece el Gobierno, debido a que, por la intermediación, los intereses son exageradamente altos y hay muchos requisitos.
“Para que los empresarios puedan acceder a los créditos necesitan un respaldo financiero en haberes bancarios, una intermediación fiduciaria (contar activos fijos establecidos) y cumplir con una cadena interminable de requisitos insertos en una plataforma virtual que muchos desconocen. Existe la política pública. Pero, a la hora de la verdad, los únicos que acceden a ellos son las compañías medianas y aquellas que pertenecen a los grandes grupos empresariales, que tienen un gran sustento financiero”, precisa la profesora Arellano.
Asimismo, la política de formalización también cojea. Según Jesús David Perdomo, del Grupo de Estudios en Gestión Empresarial, Tecnología, Innovación y Conocimiento (Getic), que realizó el estudio, cerca del 70% de las microempresas operan en la informalidad, pues los impuestos que deben pagar si están formalizadas no son calculados de manera acorde con sus capacidades.
“Esta políticas las incentiva a tributar como se debe. Y eso no está mal. Pero, cuando las pequeñas y medianas empresas comienzan el proceso, desaparecen porque no hay una estructura para que asuman tal carga tributaria: casi un 40% de sus ingresos debe ir a impuestos”, concluye Perdomo.
(Por: Fin/JCR/sup)N.° 713