Desarrollo Rural
Crianza de cabras y ovejas necesita más estudios de bienestar animal
Existen pocos estudios en el país sobre la actividad caprina y ovina, además la herramienta de análisis de bienestar animal contribuye con información del contexto propio colombiano.
Palmira, 22 de marzo de 2016 — Agencia de Noticias UN-Un animal estresado tiene bajas sus defensas inmunitarias y por tanto los agentes patógenos tienen más oportunidad provocar enfermedades.


Se pueden mantener buenos niveles productivos con niveles de bienestar deficientes, enmascarados con el uso de antibióticos y promotores del crecimiento.


La Guajira es el departamento que concentra sus esfuerzos en estas dos actividades, debido a que estos animales se adaptan fácilmente a las condiciones agrestes y complejas del suelo y el clima de esta zona. Además representan alrededor del 82 % de la producción caprina de todo el país.
No obstante, “en Colombia, las ovejas y cabras están siendo valoradas por su carne pero falta más conocimiento sobre estas especies menores, consideradas como una alternativa para la seguridad alimentaria de muchos campesinos”, afirma Leisli Johanna Carrejo Rivas, egresada de Zootecnia de la Universidad Nacional (U.N.) Sede Palmira.
Precisamente, como proyecto de pregrado esta joven propuso la formulación de un protocolo de bienestar animal para apoyar a quienes opten por impulsar esta actividad económica en el país.
“Invertir en bienestar animal supone un ahorro en costes sanitarios al prevenir cojeras, disminuir mortalidad neonatal o mejorar la fertilidad. Existen además multitud de estudios que indican que el estrés continuado en animales produce inmunodepresión, por lo que tendrán mayor dependencia de recursos sanitarios externos y mayor susceptibilidad a sufrir enfermedades, que repercutirá negativamente en la rentabilidad”, sostiene la zootecnista.
De esta manera, el trabajo desarrollado por la egresada en La Granja Escuela Nueva Miravalle, institución perteneciente a la Fundación Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, que residen en Los Mangos, Santiago de Cali, tenía como objetivo aportar a esta granja, dedicada a la ayuda social a niños de zona vulnerable de Siloé (comuna 20). Esto mediante el acompañamiento técnico a los trabajadores del lugar para que hubiese buen manejo con los animales.
Así, determinó que aunque la Granja Miravalle clasifica dentro del protocolo Welfare Quality (sistema de valoración de bienestar animal), considerada una excelente categoría, debe mejorar ciertos aspectos para hacer más óptimos sus procesos, como por ejemplo la humedad de las camas y el porcentaje de animales sucios, los cuales pueden incrementarse en época de lluvias.
Con la herramienta diseñada, también evidenció que al desarrollar medidas preventivas en el corto y mediano plazo se puede disminuir el trabajo veterinario: “Si antes se tenía que curar cinco animales por estrés, ahora se cura uno”, ilustra Carrejo.
No obstante, los trabajadores deben tener charlas sobre bienestar animal y su importancia para que éstas contribuyan positivamente en sus actividades diarias, pues existen trabajos que indican que el ganado agitado y nervioso tiene ganancias de peso significativamente menores, carne más dura y más cortes con la carne oscura, respecto a los animales que no se les hace un efectivo manejo de bienestar animal.
Para la obtención de estos resultados, a través de observación directa, se midieron cuatro parámetros de las 248 ovejas y 50 cabras en relación con los trabajadores: buena alimentación, alojamiento, expresión de la conducta de los animales y ausencia de enfermedades. Esta labor se desarrolló durante cuatro meses y posterior a la recolección de la información, a los datos se les dio una calificación de 1 a 100, para obtener una ponderación.
(Por: Fin/HAA/dmh/APBL)N.° 367