Política & Sociedad
Cosecha cacaotera se reducirá 20% por intensa sequía
El intenso verano que se registra desde finales del año pasado comenzó a generar pérdidas a los productores de cacao que han visto cómo sus nuevas siembras se mueren por falta riego y la ausencia de un adecuado sombrío que las proteja, informó Fedecacao.
Bogotá D. C., 02 de febrero de 2010 — Agencia de Noticias UN–De acuerdo con los datos obtenidos en diferentes zonas productoras del país, se estima que habrá una reducción del 20 por ciento en la cosecha del primer semestre, en razón a las pérdidas de frutos jóvenes, la falta de floración y, en general, por el prolongado estrés al que se ven sometidos los árboles adultos de cacao.
Sin embargo, de no repetirse las pocas lluvias que se han observado en los últimos días y aumentarse el verano en las zonas productoras, las pérdidas podrían ser mayores en términos de secamiento de árboles y disminución de la cosecha, estimó José Pinzón Useche, presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao).
En general en las zonas cacaoteras, como en el resto del país, en enero continuó el tiempo seco de características extremas, registrándose altas temperaturas en el día y bajas en la noche, cuya diferencia, al igual que la sequía, es contraproducente para la formación y maduración de la cosecha.
Se teme que de continuar la actual temporada seca, las perdidas en producción para este primer semestre serán considerables, como también la destrucción de cultivos nuevos. En términos generales el reporte de número de árboles muertos equivale a 274 hectáreas.
Los bruscos cambios de temperatura que en algunas regiones productoras superó los 32 grados centígrados en el día y menos de 15 grados en la madrugada, ocasionaron en las plantaciones daños como secamientos de frutos, caída de floración y quemazón en las yemas terminales, informó Pinzón Useche.
Así mismo, se ha podido evidenciar la afectación de las hectáreas proyectadas para siembra en febrero de 2010 y el retraso en las proyecciones de injertación del primer trimestre por la falta de precipitación.
Hacia el futuro es preciso programar las siembras con buena anticipación a la llegada de la temporada seca, puesto que los mayores daños se han observado en plantaciones sembradas en la proximidad de la aparición de la sequía, por la carencia del suficiente desarrollo del sistema radical de los arbolitos.
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