Desarrollo Rural
Con agroecología, El Dovio supera escasez de agua y conflictos
La concertación en comunidad de zonas de conservación natural y modificaciones al modelo productivo en las veredas Bellavista y Los Sainos permitieron los avances.
Palmira, 21 de agosto de 2018 — Agencia de Noticias UN-Gracias a la implementación de un modelo agroecológico y a la conservación de la quebrada, 75 familias de Bellavista y Los Sainos cuentan con suministro de agua. Fotos: Adriana Giraldo


Se trabaja en el establecimiento de huertas con cultivos diversos para la seguridad alimentaria y el equilibrio de los agroecosistemas.


El proceso fue abordado durante el Seminario Agroecológico Ciencia, Encuentros y Saberes, Año 13. Foto: Helmunth Eduardo Ceballos Márquez.


Desde hace 30 años los habitantes de esta zona vallecaucana trabajan en un proceso de integración política, económica y social gracias al cual 75 familias de las dos veredas cuentan hoy con suministro de agua.
Adriana María Giraldo, estudiante de la Maestría en Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, explica que “en las fincas delimitamos las zonas productivas y otras de conservación. En algunas llegamos a establecer hasta 60 m de franja de protección alrededor de la quebrada Los Sainos, principal fuente hídrica con la que contamos”.
La estudiante, quien además es habitante de Bellavista, agrega que las áreas de conservación completan 40 hectáreas de territorio en la zona.
Menciona que a inicios de la década de los ochenta las veredas tenían problemas de escasez de agua y se presentaban problemas de convivencia entre los vecinos, que competían por el uso del recurso.
Los cultivos de pancoger habían sido reemplazados por monocultivos de frutales, como parte de una búsqueda de rentabilidad económica de los agricultores. Sin embargo esta dinámica trajo consigo la tala de árboles en la zona de ronda de la quebrada y su contaminación con agroquímicos, reduciendo la disponibilidad de agua.
Con el pasar de los años, el cultivo de frutales no trajo mayores réditos a los agricultores y ello dio entrada a la ganadería como actividad productiva, lo cual intensificó la demanda del recurso hídrico, y más aún de alimentos. Por ello, a partir de 1986 empezaron a buscar soluciones desde el reconocimiento del territorio y el potencial de su población.
“Promovemos sistemas de cultivos diversos en las fincas como respuesta a las demandas de las familias y para mantener un equilibrio en los agroecosistemas. Hoy en día buscamos regresar a los cultivos de pancoger en huertas para la seguridad alimentaria y con semillas criollas libres de transgénicos”, destaca la investigadora.
La estudiante Giraldo es una de las líderes de las tres organizaciones campesinas que trabajan en la reforestación de la zona de ronda de la quebrada, en la gestión del acueducto veredal y en la recolección de recursos para el pago del predial de las áreas de conservación, evitando así que estas sean ocupadas.
Este proceso, junto con otros similares en Colombia, Chile y Brasil, fue abordado durante el Seminario Agroecológico Ciencia, Encuentros y Saberes, Año 13, realizado en la Sede Palmira de la U.N.
Organización, saberes y semillas
Miguel Ángel Altieri, profesor emérito de la Universidad de California e invitado al evento, asegura que dentro de los factores comunes en los casos exitosos de implementación del modelo agroecológico se encuentran el liderazgo de organizaciones sociales, la articulación de saberes ancestrales con los científicos y la incorporación de semillas criollas.
“El 80 % de la tierra arable en el mundo está dominada por sistemas de monocultivo, los cuales son propios de la agricultura convencional y son más vulnerables al cambio climático y a las plagas”, advierte el profesor.
Señala que la agroecología es una ciencia que da las bases teóricas y metodológicas para abordar esta problemática y para modificar el sistema alimentario de manera que la comida de calidad también llegue a las personas pobres.
Agrega que en los últimos años miles de agricultores están acogiendo este modelo alternativo, a pesar de que no existan políticas agrarias, mercados, ni la promoción de la investigación en torno al tema.
Durante el seminario, organizado por el grupo de investigación en Agroecología de la U.N. Sede Palmira, las profesoras Valéria Silva y Cristina Xavier Luz, de la Universidad Federal de Piauí, en Brasil, expusieron los avances del programa Semillas de Cultura. Desde programas como el doctorado en Trabajo Social y el posgrado en Sociología, esta universidad trabaja con 10 comunidades de la ciudad de Teresina, o cercanas a esta, en el establecimiento de cultivos sostenibles con el medioambiente, la apertura de canales de comercialización de alimentos, el empoderamiento de mujeres campesinas y la visibilización de expresiones culturales locales.
(Por: fin/FH/dmh/LOF)N.° 87