Economía & Organizaciones
¿Cómo pagar el precio del estigma latino?
Más allá de un estudio minucioso de estados financieros y expectativas de mercado, determinar el valor justo de una empresa en el contexto Latinoamericano, requiere considerar costos adicionales.
Manizales, 26 de febrero de 2013 —El entorno político, social y económico de una nación puede afectar de muchas maneras el valor de un bien. Cuando se habla de empresas, ese contexto es una variable conocida como riesgo país, pues se considera más peligroso realizar inversión en suelo latinoamericano que en Estados Unidos. De ahí que, en los modelos de evaluación, esa diferencia de riesgo tenga un costo adicional.
En ese sentido, las empresas latinoamericanas tienen algunas restricciones fundamentales a la hora de ser estimadas: por un lado para las compañías de capital cerrado (aquellas con restricciones para la participación de socios), la estimación de activos requiere conocer el precio de la acción en el mercado para establecer la volatilidad que determina su justo valor (el que más convenga tanto al vendedor como al comprador).
Y en segundo lugar, se debe tener en cuenta la inflación --que es mayor en Latinoamérica que en los países desarrollados--, y las monedas, que salvo en el último decenio han tenido una tendencia a devaluarse.
“Por tanto para decidir si la valoración se hará en moneda local o en dólares, la respuesta es exactamente la misma si se hacen las cuentas correctas, porque una compañía no puede tener dos valores, lo que equivale a decir que si su precio es de un dólar ponderado en pesos colombianos, valdría alrededor de $1800”, expresó el profesor Guillermo Dumrauf, docente invitado de la Maestría de Administración, Sede Manizales.
“En el 99% de los casos lo que se hace es sumar ‘un precio’ adicional en la tasa de interés que se utiliza para el valor presente de esa compañía, este se calcula por la diferencia entre los rendimientos de un bono colombiano con respecto a uno de la misma duración en Estados Unidos. Por ejemplo, si la diferencia entre ambos es un 2%, se debe pagar al inversor este rendimiento adicional”, precisó el experto argentino.
De ese modo, cuando las automotrices europeas realizan una inversión en países como Francia y Alemania, demandan un rendimiento mínimo a un proyecto de un 9%, pero si esa misma inversión la realizan en Argentina, México o Brasil, el mínimo requerido es de 13%, o sea cuatro 4 puntos porcentuales más, el precio del estigma latino.
(Por: Fin/amej/clc/nics)N.° 466