Salud
Colombia ha investigado poco sobre uso medicinal del cannabis
Durante los últimos diez años, se han publicado más de 15.000 estudios sobre cannabis en el mundo, pero solo en el 0,2 % han participado investigadores colombianos, según la publicación Sience Direct, del 25 de agosto de 2014.
Bogotá D. C., 12 de noviembre de 2014 — Agencia de Noticias UN-En el Congreso de la República cursa un proyecto de ley que busca legalizar el uso del cannabis con fines terapéuticos.


El profesor Fabián Parada recomienda consultar diferentes criterios antes de tomar una decisión en torno a la legalización del uso de cannabis con fines médicos.


En pleno auge de la discusión que se está dando en el país sobre la posibilidad de emplear la marihuana (Cannabis sativa) con fines terapéuticos, el profesor de química Fabián Parada Alfonso advirtió que es mucho lo que falta por conocer sobre esta planta, a pesar del papel protagónico que Colombia ha desempeñado respecto al tráfico de estupefacientes.
El docente recordó que la mayoría de publicaciones científicas se han dedicado a divulgar el efecto de su consumo sobre enfermedades mentales, su empleo como agente terapéutico, su composición química (macro y microcomponentes) y los posibles efectos de la legalización sin restricciones o restringida a usos terapéuticos.
Agregó que se ha determinado que el consumo frecuente de marihuana puede estimular el padecimiento de episodios psicóticos y generar esquizofrenia. También se ha postulado su uso terapéutico en procesos como la esclerosis múltiple, lesiones de médula espinal, enfermedad de Parkinson, anorexia, epilepsia y glaucoma.
Desde el punto de vista legal, se han hecho estudios sobre sus posibles efectos a nivel social, cultural, político, económico y de salud pública.
El profesor Parada señaló que los estudios en torno a la marihuana no se limitan a la última década. Ampliando lo relativo a usos medicinales, recordó que la literatura china referencia ciertas aplicaciones médicas desde el año 4000 a.C. Desde entonces, era recomendaba como un anestésico para operaciones, al mezclarla con vino. En contraste, en Europa solo hasta el siglo XIX se conoció este tipo de aplicaciones.
En 1985, la Academia Nacional de Ciencias en EE.UU. señaló que la marihuana demostraba resultados alentadores en el tratamiento de desórdenes como glaucoma, náuseas, vómitos relacionados con terapia antitumoral y varios desórdenes del sistema nervioso.
Para el mismo año, la Administración de Drogas y Medicamentos (FDA) autorizó la fabricación del Marinol, una droga que contiene como principio activo THC y que es administrada oralmente a pacientes que experimentan náuseas en el tratamiento de quimioterapia.
En 1992, la DEA publicó un documento resolutivo sobre cannabis, en el que se indicaba que el material vegetal procedente de esta planta no tenía ningún uso médico aceptado. Así, denegó la petición para excluir la marihuana de las sustancias controladas.
Sin embargo y en contravía a esta decisión, la legislación holandesa permitió, desde el 2003, la venta de cannabis vegetal en farmacias destinado a pacientes con prescripción médica, en los cuales se habían ensayado previamente tratamientos farmacéuticos sin resultados satisfactorios.
Frente a la discusión actual sobre la aprobación del uso terapéutico en Colombia, el profesor Parada recomienda consultar primero múltiples puntos de vista, desde diferentes profesiones y disciplinas. “Médicos, toxicólogos, humanistas, economistas, abogados y muchos otros profesionales son solo algunos de los actores que pueden ampliar nuestro horizonte en un tema tan sensible para el país”, concluyó el académico.
(Por: Fin/MLA/AC)N.° 222