Ciudad & Territorio
Cobro por usar carro sería más eficiente que pico y placa
Los cargos por congestión, o los cobros por usar vehículos particulares, son más eficientes que las medidas restrictivas, ya que lo que han hecho los ciudadanos con el pico y placa es evadir la norma comprando un segundo carro.
Bogotá D. C., 11 de abril de 2018 — Agencia de Noticias UN-Así lo considera el ingeniero Carlos Moncada, profesor de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), a propósito de la propuesta del alcalde Enrique Peñalosa de cobrar un nuevo impuesto a vehículos particulares para subsidiar el transporte público.
En diálogo con el Observatorio de Gobierno Urbano, programa del Instituto de Estudios Urbanos (IEU) de la U.N., el ingeniero Moncada consideró que “tener carro no se debe considerar como un derecho sino como un privilegio, y eso tiene un costo. Por eso, con el déficit que se tiene en transporte público es necesario empezar a buscar instrumentos que ayuden a financiarlo, expandirlo y mejorar su calidad”.
En ese sentido, el experto apoya la propuesta de la Administración Distrital, en la medida en que el parque automotor de la ciudad sigue en aumento, entre otras cosas por lo fácil y económico que es en el país adquirir y usar carro particular.
“Tenemos más de un millón de vehículos para mover menos del 10 % de la población, mientras que la mayoría de los ciudadanos se mueve en transporte público; esa es la principal causa de congestión”, afirmó.
Segundo carro
Para el ingeniero, medidas restrictivas como la del pico y placa se deberían desmontar y, en cambio, dirigirse al bolsillo de los ciudadanos que tengan segundos vehículos. “La restricción vehicular le hizo un mal a la ciudad, porque le dijo: compre un segundo carro”, manifestó.
Según el profesor Moncada esto se ve reflejado en el aumento de vehículos, que en Medellín y Bogotá se ha quintuplicado en los últimos años. A esto se suma el incremento en la compra de motocicletas, porque nuevamente el mensaje es: “deje su carro, compre moto que es más barata, no paga impuestos, no tiene pico y placa y no paga peajes”.
El profesor de la U.N. explicó que el impuesto que se tiene sobre el primer vehículo debería ser diametralmente diferente al del segundo, dado que este último está siendo usado para evadir la restricción del pico y placa, y de la misma manera congestionar más la ciudad.
“Quienes están pagando impuestos respecto a los vehículos deben tener claro que las tasas que están pagando no son altas en relación con el mercado latinoamericano o europeo”, dijo.
Frente a esto, el docente insistió en que el nivel de congestión que tiene Bogotá “ya no da para más”, por lo que es un error seguir pensando en que la infraestructura es la solución al problema y no el aumento del parque automotor.
“Mientras a la gente le siga costando lo mismo tener uno o dos carros o siga creyendo que el uso del carro particular es un derecho y no un privilegio, no va a haber forma de mejorar esto”, advirtió. “La única opción es tener un transporte público de calidad y que se encarezca el uso de vehículos privados”, agregó.
Crisis financiera del SITP
El experto señaló que el Sistema Integrado de Trasporte Público (SITP) tiene un hueco fiscal de un billón de pesos cada año: “aunque las troncales de Transmilenio se sostienen en la operación, el SITP tiene un déficit, entre otras cosas por fallas en el proceso de integración.
“Es momento de repensar el sistema integrado, pero hay un problema en la ley, porque no permite subsidios directos a la operación, por eso se tienen que buscar mecanismos alternos, ya que las fuentes de financiación están limitadas y en la medida en que sigamos cargando a la tarifa, estos costos van a ser inviables para las personas”, expresó.
Ante esto, el académico propuso pensar en esquemas de operación pública, con empresas industriales y comerciales del Estado eficientes y controladas, y en un análisis de costos riguroso sobre los operadores.
(Por: Fin/IEU-PMA/MLA/LOF)N.° 411