Desarrollo Rural
Autoconstrucción, modelo eficiente para comunidades rurales
La autogestión de 30 casas rurales para el Consejo de Comunidades Negras de Sevilla (Magdalena), con base en el Sistema Arquitectónico para la Vivienda de Interés Social Rural, es un ejemplo de generación de vivienda digna para la población rural en posconflicto.
Bogotá D. C., 08 de septiembre de 2020 — Agencia de Noticias UN-“La comunidad logró conocer, entender y apropiar un diseño arquitectónico y constructivo para sus propias viviendas, adaptándolo en términos espaciales y materiales a sus necesidades; por ejemplo, según la tradición constructiva y el acceso a los materiales en el lugar, se cambió el sistema de cerramiento a listones de madera”.
Así explica Simón Fique, arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), encargado del diseño arquitectónico y la coordinación de manuales, talleres y estudios en este proyecto de autoconstrucción y diseño participativo.
Los resultados técnicos de estos procesos se plasmaron en dos cartillas-guía para la autoconstrucción de las viviendas: la primera para constructores especializados, con el proceso de ensamblaje de las piezas, y la segunda dirigida a los habitantes de la comunidad, con la descripción del de montaje y construcción de las unidades.
Estas publicaciones, entregadas y socializadas con la comunidad, se constituyen en el principal resultado y la herramienta clave para continuar el proceso, junto con la construcción de una idea colectiva clara sobre las características del asentamiento y del proyecto productivo.
El proyecto permite dar los primeros pasos hacia un modelo de gestión comunitario para vivienda rural en el país con decisiones grupales, y un adecuado acompañamiento técnico y legal que facilite materializar los proyectos aprovechando las oportunidades de financiamiento en las distintas entidades del Estado y agencias de cooperación internacional.
Para dotar a la comunidad de las herramientas de autogestión se realizaron visitas de mapeo colaborativo y capacitación, de reconocimiento y recopilación de información, además del ajuste de los diseños arquitectónicos y técnicos del proyecto previo, logrando mayores niveles de apropiación y afinidad cultural con los programas de vivienda y manteniendo las características de economía, adaptabilidad, flexibilidad, habitabilidad y bajo impacto ambiental del sistema arquitectónico.
Además, durante el proyecto diseñaron y realizaron la distribución arquitectónica del asentamiento y de sus redes de servicios públicos con criterios de sostenibilidad y autoabastecimiento. Igualmente, se tejieron alianzas multidisciplinares entre diferentes departamentos académicos de la UNAL.
Producción en serie
El sistema se compone de una estructura modular en piezas de madera que conforman paneles que se producen previamente, se transportan y se montan en sitio para construir el prototipo de vivienda elegido; después se hace el montaje y la cimentación de todos los elementos de la casa, paralela a las instalaciones de redes eléctricas e hidrosanitarias.
Esta metodología garantiza, por un lado, la calidad del material y la posibilidad de su producción en serie, y por otro, la flexibilidad para construir la vivienda en lugares de difícil acceso e incorporar a la comunidad y al usuario en la construcción de su propia vivienda mediante un ensamblaje de piezas y no de construcción “húmeda” (ladrillo y cemento).
Los materiales de cerramiento pueden variar, adaptándose tanto a las condiciones climáticas de la región como a la disponibilidad y asequibilidad de los materiales y de las técnicas constructivas tradicionales.
“En el caso de Sevilla, los ajustes del proyecto se realizaron en conjunto con la comunidad, se propuso utilizar cerramientos en listones de madera, siguiendo la tradición de la región”, explica el arquitecto Fique.
Cimientos de la construcción
Este proyecto, producto de Extensión Solidaria de la UNAL, se desarrolló puntualmente a lo largo de unos seis meses, aunque el proceso del proyecto en general ha sido mucho más largo. Inicialmente se planteó en 2013 y se ha venido ajustando a lo largo de distintas convocatorias y de la construcción del prototipo como resultado del Premio Corona ProHábitat 2015; también forma parte de una de las experiencias de construcción de paz de la UNAL.
“El equipo confía en replicar el modelo en diferentes contextos y consolidar un modelo de gestión en el que la iniciativa y las decisiones partan de una comunidad organizada, con un acompañamiento técnico y legal adecuado”, afirma el arquitecto Fique.
En el proceso participaron varios actores como el Consejo Comunitario de Comunidades Afrodescendientes de Sevilla; los arquitectos Juan Pablo Pardo, David Moreno, Simón Fique, Luis Fique y Germán Betancourt además del profesor Luis Carlos Colón Llamas.
Como asistentes y encargados de otras tareas participaron: Laura Katherine Pineda, Sebastián Hernández Velázquez, Erney Morales, Camilo Cardona, Diego Niño, Carlos Hernández, Cristian Niño, Juan Felipe Agudelo Pulido, César Cubillos, Nathaly Güiza, Miguel Gamba, Juan Nicolás Rozo y Marco Bulla.
(Por: fin/LMCJ/MLA/LOF)N.° 918