Artes & Culturas
Árboles de la U.N. en Jardín de imágenes
En esta exposición, el profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Guillermo Santos, y el fotógrafo Fernando Cruz, muestran con sus proyectos cómo la relación con la naturaleza pasa de lo visual a lo táctil, de lo estandarizado a lo orgánico.
Bogotá D. C., 23 de junio de 2016 — Agencia de Noticias UN-Guillermo Santos, profesor de la Facultad de Artes, retrata a la Universidad como parte del corredor ambiental de Bogotá, que se ha mantenido en la periferia de lo que se ha denominado “modernización”, pues es solo al margen de estas dinámicas que se pueden mantener estos territorios sin un uso evidente, dentro de ciudades con el ritmo de la nuestra.
Esto, según el docente, no quiere decir que la Universidad sea un terreno baldío, sino un lugar de movimiento, donde es posible tener una relación táctil con la naturaleza, lo que difícilmente ocurre en otros espacios urbanos.
En Árboles de la Ciudad Blanca, el profesor Santos propone una reflexión sobre estas especies urbanas, sus tiempos y valor simbólico. Las imágenes, aunque tienen referentes pictóricos e históricos como el Desayuno sobre la hierba de Monet, se acercan al espectador porque muestran algo deseable: el disfrute de la naturaleza, el cambio que tiene el tiempo cuando se está en contacto con un árbol o el pasto, contrario a lo que pasa si se camina por la calle.
Por su parte, Fernando Cruz, en su serie Espacio baldío se ven los movimientos entre lo urbano y la naturaleza. Estos campos de límite son lugares con dinámicas únicas que ofrecen lecciones al ser humano. “Se ve cómo el páramo y el bosque nativo abraza la ciudad, como el límite se desdibujó y ya no es peligroso sino afectivo”, señala.
Entre tanto, en la serie de videos Jardín interior, explora cómo las ciudades han cedido sus espacios verdes. Desde la ventana de su casa graba el jardín, que es salvaje, para convertirlo en una atmósfera que sugiere el paisaje.
La exposición, que será inaugurada hoy a las 6:00 p.m., en el Centro Colombo Americano (sede centro), permanecerá abierta al público hasta el 26 de julio.
Mirada antropocéntrica
¿Qué se puede considerar un paisaje natural? ¿La antípoda de la ciudad? ¿Un lugar necesariamente despoblado? se pregunta la curadora de la exposición, Valentina Gutiérrez Turbay. Al respecto, agrega, la tradición artística y fotográfica ha estado enfocada en la representación de la naturaleza como algo alejado del hombre, una escena idealizada y poética que se desarrolla en un afuera estático, el espectador contemplando una extensión ajena a su cotidianidad.
De ahí que “Jardín en movimiento”, como se llama la exposición fotográfica, deja ver cómo la mirada antropocéntrica (centrada en el hombre) se va desviando, pues la misión del ser humano ya no está en domar la naturaleza, sino en observar sus comportamientos y dinámicas para poder convivir con ellas, señala.
Esta exposición, desde su mirada, es una invitación a reimaginar lo sublime, lo terrible y grandioso de la naturaleza, a dejar que las obras abracen y envuelvan al espectador con sus atmósferas. “Más allá de observar las imágenes, es pensar en lo que entendemos como natural hoy: la Universidad Nacional en relación con los estudiantes y los árboles, el jardín desenfocado como una ventana audiovisual, los tiempos de los demás seres vivos en contraste con los nuestros, el curso del río igual de imparable que el deterioro del cuerpo”.
“Jardín en movimiento” lleva a pensar no solo en la relación de la periferia y la ciudad, sino en el ser humano con todos los organismos que habitan la tierra, concluye la curadora.
(Por: fin/MLA/APBL)N.° 1