Economía & Organizaciones
Antioquia cuenta con Sistema Urbano Regional
El sistema busca servir de apoyo para la definición de una política territorial que contribuya a reducir las inequidades y desequilibrios en el manejo del territorio.
Medellín, 28 de marzo de 2012 — Agencia de Noticias UN-Así lo señaló Edgar Ramírez, integrante del grupo de investigadores de la Facultad de Ciencias Humanas y Económicas de la UN en Medellín. Además, explicó que el trabajo se enfocó en una serie de variables de carácter cuantitativo que permitieron entender las dinámicas territoriales, económicas, sociales y políticas.
La elaboración del Sistema Urbano Regional de Antioquia (SURA) se orientó por las siguientes preguntas: ¿cuáles son los niveles de integración del territorio?; ¿cuál es la incidencia de las políticas macrosectoriales del desarrollo en la organización y tendencias del sistema territorial?; ¿qué papel cumple la centralidad urbana del municipio de Medellín?; ¿cómo se entiende la dinámica de fronteras?; y ¿cómo se expresan los desequilibrios territoriales en el sistema territorial?
“Partimos de tres principios fundamentales del territorio: cohesión e integración económica y social, como orientador de la acción pública para resolver los desequilibrios en los territorios; competitividad para los desafíos que impone la creciente competencia en las dinámicas económicas; y sostenibilidad, como un reto mundial con el cual están comprometidos no solo Gobiernos, tomadores de decisiones y sociedad civil, sino muchas de las comunidades que se ven afectadas directa o indirectamente de acuerdo con el manejo del territorio”, explicó el investigador de la UN.
Gracias a un trabajo minucioso desarrollado en las nueve subregiones del departamento, los investigadores definieron lineamientos de política territorial clasificados en cinco tipos de zonas.
En las zonas de muy baja integración urbano-regional, se plantearon políticas para la preservación ecológica y para impedir crecimientos desordenados de asentamientos urbanos. “Se trata de que en estas regiones haya reservorios naturales de alto valor patrimonial para la región y el país, puesto que son proveedores de bases géneticas y de servicios ambientales muy importantes”, señaló Ramírez. En este grupo aparecen municipios como Peque, San Carlos y Murindó.
Para las zonas de baja integración urbano-regional se propone una reconversión del territorio que implique un nuevo modelo de ocupación sustentable, cambiando los usos del suelo, con el fin de innovar para incrementar agrosistemas intensivos que generen nuevos productos sostenibles y un establecimiento de sistemas mixtos pastoriles y agrosilvicolas. Allí, se agrupan localidades como Amalfi, Briceño, Ebéjico, Concepción, Montebello y San Juan de Urabá.
Para las zonas de mediana integración urbano-regional el SURA propone apalancar su desarrollo consolidando el territorio mediante el mejoramiento, en términos de eficiencia, de los procesos productivos, su diversificación, la ampliación de la oferta agraria y el establecimiento de proyectos agroindustriales sostenibles.
“Se busca mejorar lo ambiental, en cuanto a lo paisajístico, para aumentar la base biológica y la biodiversidad, integrar sistemas de producción tanto agrícolas como de producción limpia y modernizar la accesibilidad a través de proyectos viales y de conectividad”, aseguró el docente de la UN. En esta categoría se incluyeron municipios como Nechí, Maceo, Santo Domingo, San José de la Montaña, Heliconia, Nariño, Concordia y Arboletes.
Por su parte, las zonas de alta integración urbano-regional requieren de una polt﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽egional y que requieren de una pol e integrar sistemas de produccipon tanto agrocilas como de producciñon limpia y mejítica territorial que combine estrategias de habitabilidad urbana sostenible y consolidación de los sistemas productivos con el mejoramiento de la biodiversidad asociada al equilibrio de las relaciones urbano-rurales.
“Estas zonas tienen buena accesibilidad regional e interregional, pero se requiere un mayor relacionamiento de estos territorios entre sí. Representan los espacios de expansión y disposición para grandes habilitaciones de infraestructura, equipamientos regionales y contrapeso al fuerte epicentrismo que tiene el área metropolitana del Valle de Aburrá”, dijo el docente de la UN. En este grupo se encuentran Cáceres, Puerto Triunfo, Cisneros, Donmatías, Olaya, La Unión, Santa Bárbara, Carepa y Copacabana.
Finalmente, en las zonas de muy alta integración urbano-regional, la política debería estar orientada a su crecimiento y desarrollo, así como a contemplar procesos de ecoeficiencia urbana para mejorar la ocupación sostenible del territorio, redefinir espacios y reestructurar mayas y contornos urbanos. En esta clasificación aparecen municipios como Caucasia, Yarumal, Puerto Berrio, Santafé de Antioquia, R¡onegro, Apartadó, Urrao y el Valle de Aburrá con el epicentro de Medellín.
Para el docente de la UN en Medellín, este sistema —elaborado para la Gobernación de Antioquia— es una herramienta sumamente útil para que los tomadores de decisiones, los académicos, las oficinas de planeación y los gobernantes locales y regionales puedan pensar el territorio de manera integral.
(Por: Fin/grp/clc/fgd)N.° 816