Educación
A propósito del Bicentenario, ¿qué comían nuestros antepasados?
¿Qué comían nuestros antepasados? ¿Cómo lo cultivaban? ¿Cómo era la dinámica de la producción y comercialización agrícola en el Nuevo Reino de Granada?
Medellín, 10 de septiembre de 2010 — Agencia de Noticias UN–Estos son algunos de los interrogantes a los que intenta dar respuesta el docente Orián Jiménez Meneses, del Departamento de Historia, quien se ha ocupado de la relación de la producción agrícola en el pasado colonial con los centros de poder, las áreas de influencia y el consumo agrícola respecto al crecimiento de la ciudad y a la construcción del paisaje en los siglos XVIII y XIX.
De acuerdo con el historiador de la UN en Medellín, en aquella época la tierra estaba segmentada en unas zonas de economías de extracción, es decir, minas de oro, plata, aluvión y esmeraldas, otras tierras pobladas y otras dedicadas al consumo.
“La sociedad colonial se dedicaba a la producción de verduras en las zonas más altas y frías de la meseta cundiboyacense, mientras que en la región antioqueña se producía y consumía caña dulce, plátano, maíz, carne”, explicó.
Señaló que para la época había un flujo muy amplio de circuitos de comunicación; sin embargo, la dieta de los pobladores era muy restringida, contrario a lo que sucede hoy en día, cuando el consumidor tiene acceso a una gran variedad de productos alimenticios.
“Por ejemplo, la gente llevaba trigo desde Tunja y Bogotá hacia Cartagena, porque esta ciudad no tenía en sus alrededores cómo abastecer a sus pobladores, sobre todo a la mano de obra representada por esclavos africanos”.
Jiménez Meneses también destacó como la principal contribución del sector agropecuario en estos 200 años de historia al desarrollo de las regiones la apropiación del conocimiento empírico que han tenido las comunidades acerca de la relación entre pisos térmicos, las condiciones climáticas y lo que se puede cultivar.
Finalmente, Jiménez Meneses invitó a los asistentes a pensar los problemas y los temas de investigación en perspectiva histórica, “el pasado no es algo petrificado, sino una posibilidad para que las sociedades que hoy habitamos este territorio seamos conscientes de la herencia de nuestros antepasados y su contribución a nuestro presente”.
Esta reflexión se dio en la Cátedra Pedro Nel Gómez ‘Las ciencias agropecuarias en el Bicentenario’, durante la cual el experto abordó el tema Situación agraria en el Nuevo Reino de Granada.
)N.° 551